VICTIMS OF FATE / LOS PRIMEROS HELLOWEEN (1984 - 1986, Y ALGO MÁS)

HELLOWEEN. Quién no los conoce? Siempre están ahí. Desde siempre. Si no te gusta el heavy metal los conoces, porque, quieras o no, son muy famosos. Y porque seguro que tienes algún amigo o conocido que los sigue de una manera u otra, y es probable también que alguna vez los hayas usado como arma arrojadiza contra dicha persona porque esa música está muy trasnochada y porque son ridículos por una u otra razón (comentarios válidos para cualquier grupo de metal tradicional que existiese ya en los ochenta, o incluso antes, por parte de gente que mayormente no sabe de lo que habla). Y si te gusta, también los conoces porque no te queda otra. Puede que los quieras, que te la refanfinflen o que los aborrezcas. Puedes incluso haber pasado por todas esas consideraciones (hasta quizás varias veces). Y es que el simpático grupo de Hamburgo (otra cosa no, pero son muy majetes, también desde siempre, y es que uno no puede evitar sonreír al ver la portada y la contraportada de aquel simpático LP en directo que fue LIVE IN THE UK, de 1989, con ese mar de calabazas asistiendo a un concierto del grupo) tiene de todo y para todos. En ese sentido, son bien conocidas y documentadas todas sus épocas, desde sus humildes inicios hasta la actual (y pasada) gloria absoluta, pasando por la decadencia más impensable, la tragedia y vuelta a empezar. Helloween pueden ser ejemplo de todo lo bueno y lo malo del género, y por eso mismo puede que también acaparadores de todos los tópicos posibles del mismo, pero la perseverancia, el trabajo y la dedicación del grupo a su arte son innegables.



Dicho esto me voy a centrar, no en sus etapas más gloriosas, ni tampoco en su época más lamentable, sino en la que yo creo que es su fase menos documentada y también la más extrema de todas, musicalmente hablando. Aquella que muchos añoran como ninguna y que a otros les extraña por lejana y en muchos casos distinta: la primera de todas, cuando Helloween eran un cuarteto de jóvenes macarras dados al speed metal y con cero idea de que en poco tiempo serían auténticas estrellas que prácticamente crearían todo un subgénero musical dentro del heavy metal, el a día de hoy más que famoso power metal, al menos en su vertiente europea.











Como introducción, decir que antes de agruparse en torno al nombre y a la idea definitiva que acabaría siendo Helloween a principios de los ochenta, los cuatro miembros iniciales del grupo pasaron por varios grupos distintos, coincidiendo en algunos de ellos que, a su vez, cambiaron de nombre con el paso del tiempo.

Así tenemos a GENTRY, formados en 1978, donde unos jóvenes KAI HANSEN y PIET SIELCK (que años más tarde formaría IRON SAVIOR) acabarían reclutando al batería INGO SCHWICHTENBERG primero, y al bajista MARKUS GROSSKOPF después. Por lo visto, de esta época salen canciones que no sólo acabarían siendo parte del repertorio de Helloween, sino que alguna también del de los mencionados Iron Savior o incluso de los también muy famosos GAMMA RAY (que a finales de los ochenta se acabarían convirtiendo en el otro gran vehículo musical de la carrera de Hansen).

Gentry pasarían a ser SECOND HELL, en 1981, y estos a su vez cambiarían su nombre por el de IRON FIST al año siguiente. Ya en 1983 (no tengo claro si antes o después del cambio a Iron Fist aunque parece que antes, ya que fue Sielck quien pidió que Second Hell se disolviesen, aunque dejaría a Hansen los derechos para usar todas esas primeras canciones), Sielck dejaría el grupo para dedicarse a su carrera como ingeniero musical y sería sustituido por el guitarrista MICHAEL WEIKATH, que venía de una banda conocida como POWERFOOL (o quizás Power Fool, según donde se lea), y los cuatro pasarían a llamarse, por fin, Helloween, a principios de 1984. Se cuenta que un poco antes de todo esto fue Weikath quien intentó que Hansen se uniese a su grupo, impresionado por el buen hacer en directo de dicho trío, Iron Fist, y porque el teclista de su banda se había marchado. Por lo visto, el resto de chicos en Powerfool no se hicieron al hecho de sustituir a un teclista con un guitarrista. Eso, y el hecho de que no parecían muy dados a ensayar con regularidad llevó a que se disolviesen y fuese Weikath quien se uniese a Iron Fist.

Hansen y Weikath no sólo hicieron amistad en lo personal, sino que musicalmente, sus distintos puntos de vista se complementaban a la perfección, siendo el primero quien se mantenía más firme en lo relativo a los conceptos más tradicionales del heavy metal, y el segundo alguien mucho más abierto y versátil que pasaba de todo cliché típico del género, citando además influencias menos comunes de lo habitual en este tipo de música.

Estoy seguro de que hay más que todo eso, en esos inicios, y de que el árbol genealógico es más amplio (leo por ahí nombres como GLORY o KRONUS, o un continuo ir y venir de músicos en la época de Gentry), pero ni tengo mucha idea ni tampoco ganas de investigar más al respecto. Digamos que Helloween llegan al año 1984 tras unos pocos años en los que la trayectoria de los cuatro músicos que finalmente fueron los originales del grupo fue, en muy resumidas cuentas, la relatada. Esto no es más que una introducción y mi aportación personal con datos más concretos viene después. Con respecto a todo lo demás, espero que la información sea lo más correcta posible.

Tampoco tengo mucha idea acerca de dónde salió la idea del nombre, y mirando en METAL ARCHIVES leo que según Hansen se cambió la A por una E (idea de Ingo) debido a que el propio día de Halloween pasa una vez al año pero puedes tener a Helloween todos los días del mismo. Además parece ser que también fue Ingo quien tuvo la idea de quitar la O y sustituirla por una calabaza, lo cual no sólo cierra el círculo con respecto al juego de palabras entre el nombre final y la festividad, sino que dicha calabaza pasaría a ser símbolo de la banda. Weikath, por su parte, fue quien se encargó del logo.







Tras todos estos vaivenes, Helloween quedarían como sigue:

 - Kai Hansen (17-I-1963, Hamburgo) como guitarrista y cantante.
 - Michael Weikath (07-VIII-1962, Hamburgo) como guitarrista.
 - Markus Grosskopf (21-IX-1965, Hamburgo) como bajista.
 - Ingo Schwichtenberg (18-V-1965, Hamburgo / 08-III-1995, Hamburgo) como batería.





Los primeros Helloween y su peculiar
sentido de la moda. De izquierda a derecha:
Weikath, Grosskopf, Hansen y Schwichtenberg






Y aquí empieza lo bueno.


Helloween contaron muy al principio con el mánager (también de la misma ciudad) LIMB SCHNOOR, relacionado a su vez con los también hamburgueses RUNNING WILD, y este señor fue quien conectó al grupo con el sello berlinés NOISE INTERNATIONAL, propiedad de KARL-ULRICH WALTERBACH, con quien ya tenía relación. Pero antes de eso, la banda grabaría (en Junio) una demo independiente en cassette, sin título (aunque a veces es referida como DEATH METAL DEMO, por el nombre del disco conjunto de Noise en el que poco después aparecerían las canciones de la misma), que contendría las canciones METAL INVADERS y OERNST OF LIFE (ni idea de lo que significa Oernst).

De la primera hablaré más tarde, ya que su versión definitiva aparecería en el primer disco largo de la banda, y esta demo es una versión algo más lenta y larga que la definitiva. En cuanto a la segunda, Oernst Of Life, decir que, al igual que la otra, suena bastante bien para ser una maqueta tan temprana (aunque es probable que el sonido del material al que yo tengo acceso sea mucho mejor que el de la grabación original, debido a los avances tecnológicos y todo eso) y que supone un primer vistazo al sonido que Helloween mostrarían poco después, aunque quizás con algo menos velocidad y en este caso con la batería un poco escondida en la mezcla, supongo que debido a los medios disponibles al grabar. La voz, digamos, más madura o trabajada, que Hansen acabaría exhibiendo años después en Gamma Ray, una vez que se hizo cargo definitivamente de este tema, se aleja de ésta más aguda e indudablemente más juvenil con la que se mostró al mundo durante estos primeros años. Para los que escuchamos esta canción por primera vez, años después de haber escuchado el primer disco oficial del grupo, resulta, creo yo, perfectamente reconocible si tomamos dicho trabajo como referencia. Por lo demás, riffs rápidos y atropellados (no es una pega sino más bien la palabra que primero me viene a la cabeza para definir algo como el riff que entra en el segundo quince de canción, tras el riff principal), más propios del thrash y el speed metal de la época que del power metal que ellos ayudarían en gran parte a crear, las típicas partes con los dos guitarristas tocando al unísono y el bajo de Grosskopf pasando de ser sólo un ancla rítmico o un mero acompañamiento. Buena canción, cuya letra trata sobre aprovechar el momento y hacer algo con tu vida lo antes posible, antes de que sea ya tarde (o eso creo).

I got an amp and a guitar, I'm gonna scratch the stars.







Como el mencionado Walterbach necesitaba un grupo más para redondear la recopilación DEATH METAL (junto a los ya mencionados Running Wild, HELLHAMMER y DARK AVENGER), gracias a la mediación de Schnoor, Helloween fueron los elegidos (regrabaron, supongo, las canciones anteriores, entre Febrero y Marzo en Berlín, en los estudios CAET, con el ingeniero HORST MÜLLER), y dado que todo fue bien y la reacción fue positiva, el grupo acabaría firmando con Noise a finales de 1984.



Con Running Wild, a mediados de los ochenta




Comentar, como curiosidad, que dicha recopilación conjunta se editó en Octubre de ese año, con una portada absolutamente salvaje (y más para la época y el lugar) en la que un zombie, supongo, se comía un cadáver en una especie de sótano de susto, mientras más cuerpos esperaban colgados. Dicha portada (y no sé si el producto al completo debido a la misma) se prohibió en Alemania y luego el disco se volvió a editar con otra portada en la que sólo aparecían el título, las bandas y un texto sobre el que se podía leer bien grande la palabra censored. Ambas versiones, cómo no, son codiciados objetos de coleccionismo. Por lo visto, hasta el año 2010 (!), el disco y su portada no se retiraron de la lista de medios de comunicación prohibidos en Alemania.




Death Metal





También merece un aparte la relación del grupo con Noise International en general (aunque este tema es algo que seguirá siendo analizado a medida que el tiempo pase), y más en concreto con Karl-Ulrich Walterbach. Debido al posterior éxito del grupo durante el bienio mágico que les vio reventar la escena (1987 y 1988), Helloween no sólo se convertirían en la primera banda de la Europa continental en petarlo de manera internacional tras SCORPIONS y ACCEPT, sino que también, y sin ninguna duda, en la banda más exitosa de la historia del sello Noise, lo cual no es poca cosa tratándose de una discográfica que ha tenido mucho y muy bueno, sobre todo a nivel europeo (KREATOR, SABBAT, TANKARD, Running Wild, RAGE, Gamma Ray, SKYCLAD, VOIVOD y muchos otros). Walterbach los llegó a considerar los homónimos europeos de METALLICA, nada menos, y a este señor, según sus propias palabras, le gustaban más que cualquier otra banda que hubiese tenido (también los consideraba los más hábiles técnicamente y para este tipo, cuyos inicios estaban en el punk más crudo, la facilidad del grupo para encontrar ciertas melodías era algo indispensable y que echaba en falta por entonces). Para colmo, la relación de este señor (por lo visto, un tipo difícil de tratar y con las ideas muy claras, con respecto al cual no todo el mundo que trabajó y trató con él en aquella época tiene buenas cosas que decir) con el propio Hansen debía ser magnífica. Éste, por su parte, y por extensión el resto del grupo (a pesar de las normales discusiones acerca de cómo enfocar el trabajo de Helloween, dado que Walterbach puso mucho interés en todo esto), se mostraba muy agradecido por la oportunidad que este señor les había dado, reconociendo que básicamente lo que querían era escuchar su música en un LP y que, al no tener ni idea de todo lo demás, confiaban a Schnoor todo tema contractual.

Lo malo vino en el momento en que, muy pocos años después, llegó el éxito a tutiplén, y con él mayores presiones, expectativas y peleas internas, ya que la banda se vino abajo y a punto estuvo de llevarse a Noise en su caída con ella, justo cuando ambas partes estaban en lo más alto. Por todos estos motivos, y aunque todo esto sea parte de otra historia que, como decía MICHAEL ENDE en LA HISTORIA INTERMINABLE (licencia literaria acerca de la novela de 1979, obra de este autor también procedente de Alemania, que me saco de la chistera porque me he venido arriba y porque se trata de uno de mis libros preferidos), deba ser contada en otra ocasión, Helloween fueron en su día máximos responsables del éxito de Noise a finales de los ochenta, pero también de su recesión en los noventa.




Ese señor llamado Karl-Ulrich 
Walterbach




De vuelta a Schnoor, este tipo era, por aquella época, todo para el grupo: una especie de hermano mayor, supongo, que se encargaba de enviar maquetas a la prensa, cerrar fechas, llevar el bus y sobre todo, de que los chavales tuviesen unos ingresos mensuales. De hecho era incluso el presidente de su club de fans (sí, por lo visto ya había un club de esos por aquel entonces). Él mismo recuerda a aquellos Helloween como un grupete divertido con mucho encanto infantil, al que a veces se le iba un poco de las manos su comportamiento un tanto descarado, con consecuencias poco agradables.



Limb Schnoor




Y así llegamos a la primavera de 1985 y a la edición del EP de debut del grupo, titulado, en un alarde de originalidad, como la propia banda. El disco se grabó, durante los dos primeros meses del año en los estudios MUSIC LAB, de Berlín, contando nada menos que con el mismísimo HARRIS JOHNS, que supongo sería en aquellos días el Rey Midas de las producciones de, mayormente, metal extremo, con créditos en varios discos de Tankard, Voivod o PESTILENCE. Estamos hablando de sangre azul en el ámbito del heavy metal, y del mayor rango posible además.



Harris Johns




Antes de empezar a diseccionar el contenido del mismo, voy a dar una opinión seguramente muy poco popular, cosa que me importa bastante poco, y es que estamos ante el que, en mi humilde opinión, es el artefacto más perfecto de toda la discografía del grupo alemán. Sí, exactamente eso. Su primer lanzamiento de pleno derecho como grupo resulta ser el mejor de todos, en una carrera de unos cuarenta años, nada menos. Todo esto tiene sus matices, claro, y es que por supuesto que prefiero escuchar muchas veces sus dos discos más famosos, que tienen canciones acojonantes y que, según casos, hasta prefiero a las aquí incluidas. Al fin y al cabo, como ya he dicho, la larga trayectoria del grupo hace que tengan montones de lanzamientos y muchas canciones alucinantes en cada una de sus épocas (una cosa quiero dejar clara, aunque no tenga importancia en este relato, y es que apenas he escuchado absolutamente nada del período entre los años 1999 y 2016, por varios motivos que tampoco importan ahora), pero hay algo que es cierto: este EP sólo consta de cinco canciones, pero dichas canciones son prácticamente perfectas, lo que hace que mi valoración final del mismo sea mayor que la de otros discos también acojonantes, pero que, al contener más material, su media final baje algo más porque no todas las canciones son tan buenas. No tiene mucho misterio. Por otro lado, el estilo musical del grupo en estos primeros años es más cercano a mis gustos más habituales que el material que sacarían más adelante, lo cual también cuenta y, no nos engañemos, parece ser que no soy el único que piensa así o parecido, ya que en la ya mencionada web de referencia, Metal Archives, sólo tres discos de estudio en la carrera del grupo superan la nota de este EP, y ninguno son los que os estáis imaginando.

De hecho, dos son de la etapa, digamos, actual, algo que me llama mucho la atención pero que a la vez considero positivo, y es que la gente no se ha quedado anclada en el pasado más glorioso del grupo y esto a la vez dice mucho de la trayectoria de Helloween. Como enésimo inciso (y los que quedan), decir que yo mismo he descubierto hace poco una canción más o menos reciente del grupo, llamada PAINT A NEW WORLD, extraída del disco GAMBLING WITH THE DEVIL, de 2007, y es acojonante. Tendré que prestar más atención a lo que me he perdido por el camino y es que BETTER THAN RAW (1998) es un disco que no me gustó en su momento y que tampoco acabo de digerir del todo a día de hoy, y a partir de ahí perdí mi interés, ya que su siguiente disco de estudio (si obviamos su disco de versiones de 1999, llamado METAL JUKEBOX), THE DARK RIDE, del año 2000, me dijo incluso menos. Curiosamente, los dos primeros discos nombrados son dos de los tres discos que, según acabo de decir, tienen más puntuación que el EP HELLOWEEN, y el tercero, The Dark Ride, teniendo el mismo número de críticas (catorce) que este EP, se acerca mucho a la puntuación de éste (que para no tener al lector intrigado diré que es de un 8'9 de media, nada menos). Qué mundo más loco.

Es justo decir que en el caso de Helloween, sus puntuaciones en esta web son de una consistencia tremenda, teniendo el disco de estudio peor valorado de todos una nota de 6'3 (dejamos aquí de lado esa patada en el estómago que fue UNARMED, de 2009, que al fin y al cabo era una colección de canciones antiguas regrabadas y a las que se dio un tratamiento poco menos que infame).

Todo esto de las puntuaciones también hay que matizarlo, ya que no sólo se trata de la nota final del disco, sino de cuántas personas lo han valorado. Pero digamos que ambas variables son MUY altas en el caso del EP que nos ocupa. Ha quedado claro antes pero lo repito: catorce reseñas a día de hoy y una puntuación de 8'9.



La portada, del ya fallecido artista UWE KARCZEWSKI, muestra ya el mítico logo del grupo, esta vez en verde, y una calabaza siendo reventada desde dentro por la entonces mascota del grupo, llamada FANGFACE (la habitual cara amable y divertida del grupo, muy a contracorriente de lo que solía ser habitual en la escena por aquellos años, esconde algo mucho más amenazante)




Helloween





Las habilidades del dúo compositivo Hansen-Weikath (comparten la primera y la última canción, mientras que Hansen se ocupa de las otras tres) estallan aquí en una tormenta de speed metal que si bien se ancla en referencias obvias como Accept, IRON MAIDEN o JUDAS PRIEST, es llevada a otros niveles más extremos de velocidad y agresión, gracias al flirteo de los alemanes con el thrash metal de la época durante estos primeros años (pongamos un poco de referencia aquel inmisericorde cañonazo de Accept llamado FAST AS A SHARK, de su RESTLESS & WILD de 1982), pero sin dejar de lado las melodías que los harían tan reconocibles poco después. La voz de Hansen, como ya he dicho antes, queda lejos de lo que sería después, pero uno difícilmente se imagina un mejor resultado final con otro cantante (lo de difícilmente lo explicaré después) y además le da su encanto al producto final. Y por lo visto, Hansen lo pasó bastante mal grabando su voz ya que estaba hasta arriba de medicación debido a la gripe (algo que creo se repetiría en la grabación del primer disco largo de la banda), con ganas de hacerlo lo mejor posible pero temeroso del resultado final al no estar en plenas facultades. Sea como fuere, la cosa funcionó.



Watch out. Beware




El lento despertar tras lo que parece ser una larga noche de fiesta, unido a una radio cambiando de emisora, lleva a la ya famosa intro Happy, happy Halloween, sacada de la película HALLOWEEN III: SEASON OF THE WITCH (TOMMY LEE WALLACE, 1982), que termina con un alarido de Hansen y el inicio de las hostilidades. Helloween ya están aquí, sus intenciones no son para nada buenas y lo van a empezar a demostrar con STARLIGHT, que arranca finalmente con el absolutamente acojonante riff que empieza exactamente en el minuto y treinta y cinco segundos de canción. Soy consciente de que cuando esto salió yo era muy crío y no lo empecé a escuchar hasta algunos años después, pero es igual. Qué recuerdos y qué nostalgia (esto vale para toda la música a comentar en esta entrada, y la de tiempo más allá) de los amigotes y aquel trapicheo de cintas regrabadas hasta lo imposible. Los cuatro chavales se lanzan a una carrera desenfrenada que, no obstante, deja claras muestras de las inclinaciones algo más melódicas que serán una de las señas del grupo en un futuro cercano, sobre todo en el puente previo al estribillo (y en partes del solo en las que ambos guitarristas tocan lo mismo al unísono), que en cualquier caso vuelve a ser (dicho estribillo) otra demostración de fuerza y velocidad. Inmortal. Difícilmente podrían haber escogido mejor carta de presentación que esta canción de advertencia sobre el peligro de las drogas.

You swallow your pill, you wanna feel free, a trip to a world made of games.



Uno tras otro (una guitarra, otra, bajo y batería), todos los instrumentos van apareciendo en el, nuevamente, veloz inicio de MURDERER, una canción que sigue la frenética y agresiva tendencia de la anterior, como no podía ser de otra manera, pero con quizás menos cabida para la melodía, quitando esas típicas guitarras dobladas previas al solo, antes del cual viene una parte alucinante en la que Hansen recita una serie de advertencias sobre una ráfaga de speed metal sin concesiones. Tras el solo, la canción recupera su primera estrofa y el estribillo, para terminar de contar la historia de un tipo que, sin quererlo, se ha convertido en un asesino y pasa a ser proscrito y objeto de persecución.

Wherever you are there's a killer behind you, wanting to get you for sure.



El sonido de metralletas y una explosión precede al galope con el que comienza WARRIOR, que sacrifica parte de la velocidad habitual por dicho galope, más al estilo de unos Maiden con más músculo, y un ambiente más siniestro. Me encanta el intercambio de solos de ambos hachas, siempre sobre la guitarra rítmica y obviando esta vez el doble ataque habitual, algo que, en mi opinión, es bienvenido. Hansen destroza su voz al final del tema, que resulta ser el más breve del disco y tan indispensable como los dos anteriores. El tema a tratar? Las guerras, en las que unos pocos mueven los hilos y la mayoría se dejan la vida.

Brainless cruel commanders, sending death and pain. Soldiers only robots, fight for their lives in vain.



Kai Hansen, haciendo un poco el bobo




Si bien considero las cuatro primeras canciones de este EP potenciales y casi seguro propietarias de un puesto en el top 10 de temazos de toda la carrera del grupo, esta cuarta muestra ha de estar sin duda en el top 5. VICTIM OF FATE no sólo es un resumen de todo lo que Helloween eran capaces por aquel entonces, sino también una de las canciones más populares de la primera etapa del grupo. El relámpago inicial da paso a una historia de violencia y rechazo cuya letra es pariente cercana de Murderer, y en la que se suceden el veloz doble ataque de Hansen y Weikath, partes aún más rápidas, y el eterno estribillo de la canción (fly high, touch the sky). Para colmo, Victim Of Fate introduce una lenta y misteriosa parte intermedia (más o menos entre los minutos dos y cuatro) en la que al susurro de Hansen le siguen una macabra risotada (cortesía de Harris Johns, por lo visto) y esa maravilla de, yo qué sé cómo definirlo, clímax musical que acontece en el tercer minuto y treinta y seis segundos de canción. Vuelta a las melodías dobladas y la velocidad habitual hasta el desmadre final a punto de llegar al quinto minuto de canción. Comentar aquí el castigo que Ingo infringe a su kit, dejándose notar como nunca. La producción, no obstante, aunque cruda y muy de la época, deja respirar a cada instrumento y en esta parte instrumental pueden notarse muy bien el bajo y los bombos. Material legendario.

Headhunters won't get me 'cause I'm not stupid, but this ain't the life I dreamt of.



Antes de pasar a la quinta y última canción, merece la pena hacer un alto en el camino para comentar lo que antes prometí al decir que difícilmente podríamos imaginar un mejor resultado final con otro cantante. Helloween pasarían a ser, poco tiempo después, un quinteto (las razones y el momento del cambio, para luego), contando con alguien que se dedicase a cantar en exclusiva. El elegido fue un chavalito, también de Hamburgo, llamado MICHAEL KISKE, que ya daba muestras con diecisiete años de sus estratosféricas capacidades vocales en un grupo local llamado ILL PROPHECY, y al que no he querido nombrar hasta ahora porque su etapa con el grupo durante los años en los que editaron las dos partes de KEEPER OF THE SEVEN KEYS (discos tampoco nombrados hasta ahora por la misma razón) hace prácticamente invisible cualquier otra época del grupo, por muy lejanos que queden ya aquellos años y por muchos músicos y discos que se hayan sucedido después, algo que al propio protagonista sigue extrañando, ya que él mismo fue también punta de lanza de la etapa más desastrosa de Helloween.

Por resumir un poco: como bienvenida al chaval y para que el mundo fuese preparándose para lo que se le venía encima, Helloween regrabaron Starlight en 1987 y la incluyeron en el single FUTURE WORLD, de aquel mismo año. Y si bien considero esta segunda versión algo inferior, musicalmente hablando, a la original, el bueno de Hansen no puede compararse como cantante al nuevo prodigio (tampoco es que lo intentase, seamos justos). Pero es que aquel año también hicieron lo propio con Victim Of Fate (la nueva versión sería incluida en una de las ediciones en CD del single DR. STEIN, de 1988) y aquí sí que dieron en toda la diana, ya que (siempre en mi opinión) esta versión incluso supera a la original porque, siendo muy parecida a ésta (con sus diferencias, claro, ya que no hay relámpago inicial y en la parte lenta central Kiske no susurra, sino que parece conversar), tiene a Kiske al frente y además es algo más larga, y lo explico: el desmadre del que hablé antes y que tiene lugar justo antes del minuto cinco de la canción original, aquí se da casi en el cinco y medio y antes de los solos finales y todo eso, incluye durante unos diez segundos una demostración de absoluto poderío y fuerza bruta en forma de, simplemente, guitarras rítmicas sin concesiones. El propio riff que se escucha en ambas versiones por debajo de los solos de guitarra pero sin más, sin dichos solos. En toda su absoluta grandeza.

Pues bien, ESTA segunda versión de Victim Of Fate es la que yo incluyo en mi top 5 histórico de temazos de Helloween. De hecho no me costaría nada decir, según días, que es mi canción preferida del grupo.



Weiki




Y pasamos, por último, a CRY FOR FREEDOM, la canción que menos me llama la atención de todo el disco pero que no deja de ser otro absoluto temazo, con su lento inicio acústico en forma de lamento, al que se van uniendo el resto de instrumentos, para pasar a algo más en consonancia con lo escuchado hasta ahora, sólo que un poco menos agresivo. Se pueden escuchar también esos solemnes coros que pasan por ser lo más reconocible del tema y que a mí me recuerdan a ciertas cosas épicas, tipo MANOWAR, pero que personalmente no me dicen demasiado y creo son más propias de la época y de la juventud de los músicos, al menos en este caso. Lo mejor para mí es su amplia parte instrumental intermedia, en la que los solos de guitarra se suceden durante minuto y medio, y al final la canción termina poco más o menos como empezó. Gran tema en cualquier caso, que trata sobre la esclavitud, derrocar al tirano y castigarlo.

Takin' away all your gold and your money, 'cause dead men don't need it anymore.












También durante ese mes de Abril de 1985 se editó otra recopilación de Noise, llamada METAL ATTACK VOL. I que volvió a contar con la participación del grupo (junto a Running Wild, una vez más, CELTIC FROST, GRAVE DIGGER y otros), esta vez con una remezcla de la ya comentada Murderer. Y como al EP de debut le fue bien en general, Walterbach volvió a reservar tiempo de estudio (ese mismo Septiembre), de nuevo en Music Lab y junto a Harris Johns, para que Helloween grabasen el que sería su primer larga duración, el famosísimo WALLS OF JERICHO, al que también he rechazado referirme hasta ahora y que como supongo que el lector imagina, es el otro disco de estudio que falta del grupo en superar la puntuación del EP anterior en Metal Archives. Un 9'3 de media con la nada desdeñable cantidad de veinte críticas. Una absoluta barbaridad. Pero curiosamente (o no), a mí no me llama tanto la atención, a pesar de que obviamente me encanta y que es un tesoro de la época. No hay una canción en este disco que no me mole, sólo faltaba, y mucho, pero creo que no está tan equilibrado como el anterior EP (hay distancia entre las mejores canciones del mismo y el resto) y las canciones menos llamativas no están a la altura de las cinco anteriores.



Metal Attack




La portada, de nuevo cortesía de Uwe Karczewski (que comparte crédito con una tal EDDA de igual apellido), se basa en un concepto del mismísimo Weikath y muestra a Fangface destruyendo la muralla de Jericó de la que habla el título del disco (por lo visto, esta ciudad de Palestina es una de las ciudades habitadas más antiguas del mundo y la que cuenta con la muralla protectora más antigua, siendo escenario habitual en la BIBLIA).



Walls Of Jericho




Según Harris Johns la grabación fue básicamente rodada, ya que el grupo traía carrerilla en ese sentido, más experiencia y algunas lecciones aprendidas, siendo el único problema, de nuevo, la voz de Hansen, que tuvo verdaderos problemas para clavar sus notas más altas, lo que además le producía dolores de cabeza debido a su forma de cantar, bastante aguda. Hansen, a su vez, recuerda lo bien que lo pasaron grabando ese disco y lo genial que era Johns, un tipo según sus palabras, muy equilibrado, que a pesar de ser poco dado al entusiasmo gratuito, se sacaba de la manga ciertas ideas sónicas que encantaron al grupo.

Las labores compositivas (de nuevo a cargo de los guitarristas) son esta vez más equilibradas que en el EP y Hansen y Weikath parecen retarse el uno al otro para ver quién compone cada vez algo un poco más acojonante aún. La música sigue en la misma línea, predominando la velocidad y una actitud tendente a no hacer prisioneros, pero sin olvidar la melodía, e incluso tenemos aquí una primera toma de contacto con el que sería el típico humor Helloween, que hasta los haría merecedores de la etiqueta Happy metal (ya sé, a quién se le ocurren esas cosas?).



Vamos a ver qué hay por aquí:



El disco original tuvo nueve canciones, que en ediciones posteriores serían ocho, debido a que la introducción, WALLS OF JERICHO, se funde con la que es la primera canción propiamente dicha del disco, RIDE THE SKY. Yo, personalmente, lo prefiero de la segunda manera ya que la intro no dice gran cosa y es algo que no te pondrías a escuchar de no ponerte el disco de cabo a rabo. Se trata de casi cincuenta segundos de trompetas bíblicas, por así decirlo, que anuncian la tormenta que se viene, en forma, una vez más, del famoso Happy, happy Halloween de la película antes nombrada, que por su parte tiene su raíz en la nana conocida como LONDON BRIDGE IS FALLING DOWN. Lo bueno es que no dura mucho y desemboca en el asalto thrash metal de Ride The Sky, la canción seguramente más conocida de esta época del grupo. Helloween parecen estar enfadados y nunca han sonado tan extremos como en el riff inicial de esta canción, sin duda uno de los puntos álgidos del disco, por cortesía de Kai Hansen. De manera parecida a lo escuchado en Starlight, la típica melodía anzuelo de Helloween aparece antes del estribillo (en las partes en las que Hansen canta set me free y después send me a sign), con el bajo de Grosskopf rebotando de manera muy llamativa, y dicho estribillo vuelve a ser otra demostración de fuerza del grupo, con Hansen forzando bastante su garganta. La parte instrumental vuelve a ser larga y tiene de todo, con solos, partes compartidas y más riffs speed/thrash, todo ello con el trasfondo épico que ya se hacía notar en Cry For Freedom, canción con la que también comparte temática, ya que ambas letras son relativamente parecidas. En lo que a mí respecta y dejando claro que es un temazo, es una canción que incluyo en ese grupo de canciones que son tan repetidas y habituales que a día de hoy prefiero espaciar bastante su escucha, y en concreto la parte previa al estribillo antes mencionada (send me a sign, wanna leave it all behind) se me atraganta un poco a día de hoy. Los excesivos agudos de Kai tampoco me entusiasman, pero todo esto no dejan de ser pequeñas pegas que ocupan mucho menos que todo lo bueno que ofrece la canción.

Shackled and chained, almost going insane, it's better to live on the run.



El añorado Ingo




Al contrario que en la anterior, el inicio de REPTILE suena mucho más amistoso, con esos primeros segundos que parecen dar pistas acerca del sonido que el grupo mostraría, por ejemplo, en Keeper II, y en los que Ingo además aprovecha para demostrar el descomunal batería que era, con ese privilegiado juego de pies. La cosa pronto cambia a algo más amenazante y serio, y esta canción, aún sin ser lenta, deja de lado la velocidad desenfrenada más habitual, lo cual también da oportunidad al grupo de producir un estribillo de esos de puño en alto y (a los guitarristas en este caso) de tejer una sección instrumental algo distinta en la que Hansen y Weikath muestran su arsenal de trucos al intercambiarse los solos. En cuanto al bajo, por su parte, lo he dicho antes y lo digo ahora, con la intención de que esto sea válido para todo el disco, y es que es GIGANTE y muy presente en la mezcla, incluso ocasionalmente al nivel de las guitarras rítmicas. Helloween eran ya un grupo muy hábil técnicamente, como ya había notado Walterbach.

La canción trata acerca de un reptil que tiene a la sociedad indefensa aunque esto ha de ser, obviamente, una metáfora. Las letras nunca han sido lo mío y suelen ser, a priori, en lo que menos me fijo, y si bien, como ya he dicho alguna vez, me encantan las que hablan de libros o historia y demuestran la capacidad del artista para ir más allá, con tal de que no sean absolutamente ridículas, de mal gusto por ofensivas, o de una estupidez manifiesta, ya me sirven.

The scientists got no way to fight, for they can't find any weak point to get rid of it right.



GUARDIANS (otro tema de Weikath, como el anterior) abre con un riff de esos atropellados, como comenté al principio (y otra vez el bajo!), y Helloween vuelven a las andadas en términos de velocidad, pero esta vez sacan de la chistera uno de esos estribillos épicos que llevan la etiqueta power metal estampada por todos los lados, sólo que tal concepto aún no existía. La canción da para más ya que hay bastante variedad y la parte instrumental no repite nada de lo escuchado hasta el momento, hasta que vuelve el ya mencionado estribillo, incluso apoyado después por unos coros que a mí personalmente me sobran pero que tampoco me molestan, dada la brevedad, el resto del tema y, por qué no, la época.

Crítica social esta vez, ya que la letra va de una sociedad supuestamente perfecta, controlada por los guardianes, pero, cómo no, alienada e ignorante de otros conceptos y maneras de vivir.

Guardians of our lives, protect security, they turn the key and they step in, controlling you and me.



PHANTOMS OF DEATH cerraría la primera cara del vinilo original, con un riff principal que supone la nota discordante del disco, creo yo, ya que no me suena a lo habitual en el grupo para nada (y la canción es de Hansen, esta vez), e incluso con unos teclados que acompañan a Kai hasta que la canción acelera en la parte previa al estribillo, que mejora bastante lo anterior. El propio estribillo vuelve a ser de levantar el puño. La canción es bastante larga y su parte instrumental da para bastante, de nuevo sin repetir lo escuchado en las partes cantadas, y se pueden advertir las tendencias neoclásicas de los guitarristas en buena parte de los solos. Al llegar el minuto cinco la canción se para y vuelve a empezar con ese riff inicial tan peculiar (alguna vez hasta se me ha venido a la cabeza el tristemente desaparecido EDDIE VAN HALEN al escucharlo. Yo no sé si esta afirmación es muy precisa pero así ha sido).

Más cantos de rebelión, derrotar al mal, libertad, etc, temas todos que Kai Hansen revisitaría una y otra vez durante toda su carrera, mucho más allá de Helloween.

Infernal destruction, in fire you'll burn, then you'll be helpless but it's not too late.



Dije que no comentaría más lo de Markus y su tremebundo sonido de bajo, pero no lo puedo evitar, ya que en METAL INVADERS se sube por las paredes por momentos (ojo STEVE HARRIS, que tienes competencia) en lo que es una nueva pieza de Hansen en la que el propio Kai destapa sus ROB HALFORD y KIM PETERSEN interiores para incluso cantar en falsete en el puente previo al estribillo, que vuelve a ser de esos ideales para berrear en directo. Mucha velocidad esta vez e Ingo dándole duro al doble bombo, como está mandado.

La letra? Ciencia-ficción y apocalipsis gracias a unos guerreros que, espada en mano, vienen del cielo para vaya usted a saber qué. Supongo que cuando la letra dice que dichos personajes han jurado traer el metal se refiere a las espadas y no a otra cosa.

Metal invaders, the gods on their ride. Sworn to bring metal, mayhem tonight.



Markus




Más lenta es GORGAR, una canción de Weikath y Hansen sobre los peligros del juego en la que un monstruo habla desde una máquina de pinball llamada como la canción (que existe de verdad, o al menos existió, ya que es de 1979, sólo hay que ir a Google) para convencerte de que te dejes la pasta jugando. Musicalmente, tras su solemne inicio, el tema tiene una subida de intensidad bastante molona, antes de que empiece la voz. Helloween no pierden las riendas con el tema de la velocidad en esta canción y su estribillo vuelve a ser del estilo de los anteriores, aunque me resulta un pelín infantil. La curiosidad es que antes de los solos hay una breve parte instrumental a dos guitarras, muy vacilona, que en el futuro encontraría su lugar como introducción a Future World, incluso en tiempos de Gamma Ray, como se puede escuchar en el directo ALIVE '95 (1996).

A pinball speaks to you, his metal voice is knockin' in your head.



Los dos guitarristas vuelven a compartir créditos en HEAVY METAL (IS THE LAW), una canción de hermandad metalera que, como dice su título, habla del heavy metal como forma (y medio) de vida, y en la que tras un poco de ruido ambiente (como el público de un concierto pero sin ser el caso), Ingo destroza el doble bombo y la canción arrasa con todo a su paso. El riff tiene cierto parecido con el inicial de Ride The Sky y por ahí van los tiros, sólo que esta vez con más brevedad y encima con la madre de todos los estribillos de puño en alto. La canción (que no Ingo) incluso encuentra un breve momento de respiro tras el solo con unas melodías de guitarra dobladas, y de ahí se da paso a una sección en la que se deja al ficticio público asistente corear el estribillo y a Markus tener una dosis aún mayor de protagonismo, al no haber guitarras de por medio. De lo más conocido del disco. Indispensable.

Weikath, un tipo un tanto peculiar y alejado en muchos sentidos de lo que se espera de un músico de sus características, cuenta que tomó la idea para la canción de un fan borracho que se encontró en Hamburgo y que le recriminó las pintas que llevaba, diciendo que no encajaban en la escena heavy metal.

If you don't feel it you won't understand.



El disco termina con esa auténtica barbaridad que es HOW MANY TEARS?, la canción más larga del disco y también la mejor del mismo, titular indiscutible, para quien suscribe, en el top 5 de mejores canciones de toda la historia del grupo. Esta canción es cortesía de Weikath, que la trajo de Power Fool (con el nombre SEA OF FEARS) y la incorporó al repertorio de aquellos Iron Fist pre-Helloween.

Empieza un poco a lo Murderer (sólo que aquí bajo y batería entran a la vez), además de seguir la habitual línea de speed/thrash ultraveloz de la música de Helloween en estos años, pero las tendencias más melódicas del grupo (esas que ponían cierto terreno entre ellos y la etiqueta thrash, y que terminarían poniendo mucho más) aparecen en el puente que da paso al estribillo. En cuanto a dicho estribillo, éste merecería un capítulo aparte, porque es, nuevamente, material dorado, todo velocidad, emoción y rabia. Una parte instrumental muy variada y muy al estilo Helloween, lleva la canción hasta el minuto tres y medio, en el que el tema entra en otra dimensión, igualmente gloriosa y que trasciende cualquier etiqueta o estilo: al estilo de lo que pasaba en la parte central de Victim Of Fate, pero de manera más melancólica y menos siniestra esta vez, otra sección instrumental, de unos setenta y cinco segundos, se abre paso alternando guitarras limpias y distorsionadas para conseguir el que quizás sea el momento más alucinante de todo el disco. La frase final, con sus dos versiones, salvaje y limpia, es simplemente genial. Y ahí termina la calma porque la canción vuelve al principio, con Ingo maltratando su instrumento, pero aún tienes un par de minutos o más para escuchar el estribillo por segunda y última vez, y para el gran final, en el que los músicos revientan sus instrumentos como si no fuesen a usarlos más. La letra también destaca, siendo un canto a favor de los derechos humanos y en contra del odio y la barbarie de la guerra.

How Many Tears? de paso, llegaría a experimentar (y sé que este nuevo inciso se sale de la época en la que se encuadra esta historia, pero me da igual) una popularidad aún mayor gracias a la sobresaliente versión en directo, ya con Kiske a la voz, que se incluyó pocos años después en el ya nombrado disco en directo, Live In The UK (1989). Dicho disco es la única grabación oficial sobre un escenario de los Helloween más populares (los de los años 1987 y 1988, más o menos), y a día de hoy parece tener hasta más repercusión que entonces, ya que tengo entendido que, no sólo el disco es difícil de encontrar, sino que además es, a todas luces, escaso en cuanto a su contenido para la gigantesca demanda de material en directo de aquella formación (sólo siete canciones). Esta canción, además, es la única concesión del disco a la etapa pre-Kiske, que es la que nos ocupa. Y es que, así como Helloween siguieron incluyendo en su repertorio varios temas de esta época en la gira de presentación del primer Keeper, durante 1987, si tenemos en cuenta los set lists del grupo que he podido ver del año 1988, mientras defendían Keeper II en directo, parece ser que redujeron la presencia de las canciones de esta época a sólo ésta, algo que yo no entiendo muy bien. Pero ahí queda el dato.

How many tears flow away, to become a sea of fears? How many hearts are torn apart, till another torment starts?














El disco fue recibido por la crítica con los brazos abiertos, y las revistas coincidieron al decir que Walls Of Jericho era un punto de inflexión para el metal alemán. Hasta la británica KERRANG!, hasta el momento ignorante y/o excesivamente crítica con los lanzamientos de Noise, pasó por el aro y el afamado periodista MALCOM DOME destacaba la vertiente thrash de su sonido y que, de todos los grupos de aquella recopilación, Death Metal, Helloween fueron los únicos por los que en un principio se interesó, hasta el punto de haber asistido a un show suyo en Londres.




Sin comentarios




Helloween volverían a pasar por el estudio poco después para, ya en 1986, editar su primer single, JUDAS, que sería el último lanzamiento de esta época de Helloween y también el último con Hansen a la voz, sirviendo de puente entre esta era y el inminente estrellato con el prodigioso Michael Kiske. Hay una cosa que desconozco, y es que dado el poco tiempo que hay entre un disco como Walls Of Jericho y el primer Keeper (1987), y teniendo en cuenta que este single se editó en el año intermedio, no sé si cuando se grabó este single el grupo ya tenía en mente la contratación de un cantante o no, aunque me temo que sí, por lo que contaré en breve, ya que supongo que este escaso material se grabó en fechas libres durante la gira de presentación de Walls Of Jericho, que es cuando se empezaron a notar de verdad los problemas de Kai con su doble tarea como guitarrista y cantante.

Sea como fuere, voy a pasar a analizar dicho single primero y después seguiré con la historia.



La portada, con esa enorme calabaza amarilla en la que se engancha una banderita con el nombre del grupo, volvió a ser cosa del ya conocido tándem Karczewski, pero es Harris Johns el que está ausente esta vez, y aquí tengo mis dudas, ya que no me queda claro si la producción corrió a cargo del propio grupo o de un tal JAN NEMEC (como así parece ser), que aparece en Metal Archives como ingeniero. Las operaciones se trasladaron de Berlín a Hamburgo y el single se grabó y mezcló en los estudios HORUS, durante el mes de Julio.



Judas




Dicho single consta sólo de tres canciones y dos de ellas son dos supuestas versiones en directo de Ride The Sky y Guardians, grabadas en Gelsenkirchen el siete de Junio de 1986. Y digo supuestas porque no son tal cosa, ya que se trata de las versiones originales de estudio, tal cual, con el ruido real de la gente en el concierto colocado antes y después de cada pista. Qué alguien me explique la necesidad de hacer semejante gamberrada. Es más, en el caso de Ride The Sky la cosa va más allá, ya que la pista empieza con lo que parece ser una grabación real en directo de Starlight, pero en el momento en el que Kai tendría que empezar a cantar, lo que empieza es la propia Ride The Sky en su versión de estudio, siendo perfectamente fácil distinguir lo que es en directo y lo que es enlatado. Bastante ridículo.

Esto nos deja con el único objeto de interés del disco, que es la propia JUDAS, y que por suerte se basta y sobra por sí misma para destacar, ya que esta creación de Hansen es hasta mejor que la mayoría de las canciones de Walls Of Jericho. Y ya es difícil. Otro claro top 5 en la historia del grupo? Es muy difícil, claro está, porque ya tenemos dos puestos ocupados y en los dos siguientes discos de Helloween hay, perfectamente, cinco candidatas más, pero puede ser, y de hecho lo es muchos días. Top 10 como poco, sin duda.

El comienzo disparado, en plan metralleta, y el incesante doble bombo, nos indican que nada ha cambiado en el cuartel general del grupo, musicalmente hablando, ya que se trata de otro veloz número que sigue la tónica de las canciones más agresivas del grupo. La melodía vocal de Hansen es replicada por las guitarras, mientras que el resto de la canción es mayormente una desenfrenada carrera en la que se pone el punto de mira en la política (o los políticos) y el poder establecido. Y cómo no, no faltan ni la típica parte instrumental del grupo ni el saltarín bajo de Grosskopf. De las canciones más destacadas dentro de las quince comentadas, y un colofón sobresaliente en lo que respecta al trabajo del grupo en estudio durante esta etapa.

Judas, rulin' with an iron hand. Judas, sittin' in the government. Judas, I'm not a Jesus Christ. Judas, you will be the one who's crucified.











Sucesivas reediciones de Walls Of Jericho irían incluyendo el EP y la canción Judas, hasta llegar a las más recientes, desde hace algunos años, que incluyen absolutamente toda la música que se ha comentado hasta ahora (y con toda me refiero a toda), más un tema llamado SURPRISE TRACK (sólo una pequeña estupidez del grupo en estudio que ya se incluyó en su día en la versión picture disc del EP inicial), en una edición de dos CD'S. Muy cómodo, no?





Volviendo a los tejemanejes del grupo, en este tiempo en el que giraron presentando Walls Of Jericho, empezó a quedar claro que la voz de Hansen no iba a ser motivo de tranquilidad para el grupo. A su creciente desinterés por su labor como cantante (teniendo además en cuenta la dificultad de cantar y tocar a la vez las veloces y complicadas partes de guitarra del repertorio de Helloween) se unió el tener que cancelar algunas fechas (su voz no daba más de sí, al menos por aquel entonces) por todo este tema y toda la incomodidad que eso generaba. Por eso se llegó al consenso de que Kai tenía que dedicarse exclusivamente a la guitarra, y el grupo buscaría un cantante, con preferencia por los estilos de Halford, BRUCE DICKINSON o GEOFF TATE.

En esta línea, el grupo fue estrechando su cerco y el puesto terminó siendo cosa de tres candidatos. El primero fue un cantante americano, cuyo nombre se desconoce, y al que hubo que mandar de vuelta a casa porque sólo parecía estar interesado en el juego, y por unas evidentes diferencias culturales (se cuenta que el tipo se quedó un tiempo en casa de Hansen y parecía más que sorprendido porque los hogares alemanes de aquellos años tuviesen microondas, wc y todas esas cosas). El segundo fue RALF SCHEEPERS, cantante del grupo de Stuttgart, TYRAN' PACE, que al final se bajó del asunto (aunque años después encontraría notoriedad al volver a cruzar su camino con Hansen, siendo el primer cantante de Gamma Ray, y a partir de la segunda mitad de los noventa con PRIMAL FEAR).



Ralf Scheepers, en años recientes, con Primal Fear



Gamma Ray con Scheepers (segundo por la derecha), en
los primeros noventa. Uli Kusch (primero por la derecha),
el batería, trabajaría poco después con Helloween




Esto dejó el camino libre a Michael Kiske, que, como ya he dicho, venía de Ill Prophecy, y que en 1986 cumplió dieciocho años. Tengo ciertas dudas con el tema del momento en el que el acercamiento se produjo, ya que se dice que el grupo tanteó al cantante cuando éste tenía dieciséis años, y que de esta tarea se encargó Markus, quien le dio una copia de Walls Of Jericho para que el cantante supiese de qué iba la cosa. Hasta ahí todo bien. Incluso he visto declaraciones del cantante en las que dice que al entrar en el grupo tenía diecisiete años. Pero si tenemos en cuenta que este disco se editó en Noviembre de 1985, que los problemas con la voz de Hansen se dieron ya en 1986, mientras giraban, y que Kiske nació en Enero de 1968, cuando ese encuentro se produjo el cantante ya debía ser mayor de edad. Nada que tenga importancia, en cualquier caso.

El único problema era que Michael no era fan del speed metal y el disco no le gustó. Él era fan de Maiden, Priest o QUEENSRYCHE, y como la música del grupo le sonaba todo el rato igual, decidió no llamar a Markus. Fue Weikath quien acabó volviendo a contactar con el chaval para, de manera muy cuidadosa, tentarlo diciendo que Helloween estaban escribiendo canciones con él en mente (temparanas ideas para Future World y HALLOWEEN). Poco después, Kiske se encontró en el local de ensayo cantando dichas canciones y el conjunto le gustó. Dijo que el material era diferente al disco previo, y que incluso el material más veloz sonaba genial. Así que bienvenido.

Weikath comentó también que las nuevas canciones no estaban siendo compuestas necesariamente con Kiske en mente, sino que eran una progresión natural de algo más extremo. Nada de experimentos. Hansen, por su parte, admitía su inseguridad acerca del nuevo cantante, cuyo registro consideraba demasiado agudo, y por lo visto, escucharle cantar Ride The Sky o Victim Of Fate no disipó sus dudas. Pero éstas se irían una vez que Kiske empezó a cantar las canciones nuevas y, según Hansen, el chavalito le inspiró a escribir canciones con líneas melódicas, al imaginarse a Kiske cantándolas.



El jovencito y un tanto ingenuo Kiske se convirtió en el cantante de Helloween, comenzando la época más famosa y de más éxito del grupo, pero a la vez quedó atrapado en medio de lo que era, por un lado, el liderazgo compartido entre Hansen y Weikath, y por otro, el papel crucial como músicos de Ingo y Markus. Michael Kiske no tardaría mucho en dejar atrás su ingenuidad y en crearse su propia opinión acerca de los demás miembros. El que también estaba más que contento con la idea de que el jovencito fuese el cantante de Helloween era Walterbach, que le consideraba el eslabón perdido dentro del grupo, lo que a éste le faltaba. El empresario también veía con buenos ojos el que Hansen se sintiese aliviado con todo esto, primero por no tener que cantar, y segundo por dejar esa tarea a un auténtico talento.

Con el cantante ya integrado en el grupo, éste decidió apuntar alto con un disco doble que, en aquellos años, en lo que al heavy metal se refiere, era algo inexplorado. Helloween tenían, sin duda, la capacidad para componer lo necesario para editar algo así, ya que al dúo Hansen-Weikath se unía ahora Kiske, que además traía tres canciones de su anterior grupo con él (de las cuales terminaron prosperando A LITTLE TIME y YOU ALWAYS WALK ALONE), pero en Noviembre de 1986 (cuando se metieron en los estudios Horus de nuevo) aún no tenían todo el material necesario para ello y además estaba Walterbach. Este señor decidió meterse de lleno en la toma de decisiones relativas a esta grabación y enseguida vetó lo del doble disco con una idea bien clara en mente, y es que según su razonamiento, dos discos separados venderían mejor que uno.

Así, Helloween editarían Keeper Of The Seven Keys I (un disco más oscuro y tenebroso quizás, en general) en Abril de 1987, y la segunda parte (más optimista y alegre) al año siguiente, pero los dos juntos no forman una obra conceptual, error que ha acompañado a dichos lanzamientos durante mucho tiempo, ya que no hay ningún tipo de trama o argumento ideado por el grupo. Ambos discos supondrían una transición bastante seria con respecto a la etapa anterior, ya que no sólo hay otro cantante, sino que el speed metal de entonces pasa a ser excepción más que norma, con el grupo dando prioridad a más melodía y cierta accesibilidad. Ambos discos se convertirían en el modelo según el cual multitud de grupos darían forma a sus carreras y la deuda del heavy metal con ellos es impagable, aunque el mismísimo Kai Hansen huye de la etiqueta power metal, prefiriendo heavy metal sin más, ya que por supuesto que hay velocidad, dobles bombos y agresividad (elementos inherentes al power metal), pero el término power metal se asocia también con temas cursis y empalagosos, y eso no le gusta.

Y el resto es historia.



El futuro: un jovencísimo Michael Kiske







Y no niego que me apetezca contarla, pero la tarea sería eterna y seguramente me faltasen toneladas de datos. Pero sí que haré un pequeño (o no tan pequeño) resumen y tendré en cuenta algunas consideraciones acerca de todo lo que pasó a partir de 1986, aunque eso suponga salirme de la época en la que se centra esta entrada. Consideraré todo esto un extra, para cerrar el círculo.





AUGE Y PREMATURO FINAL DE LOS HELLOWEEN CLÁSICOS




Como ya dije, con el éxito vendrían las presiones y las discusiones, y parece que las primeras tensiones vinieron cuando Walterbach, en su búsqueda de las mejores canciones posibles, favoreció (según él sin saber de quién era cada uno) los temas de Hansen (que acabarían dominando la primera parte, mientras que la única contribución de Michael Weikath fue A TALE THAT WASN'T RIGHT) sobre los de Weikath, a quien no le hizo mucha gracia el asunto. Por lo visto, los de Hansen eran más rápidos y accesibles que los de Weikath, que parecían alejarse mucho de lo escuchado en Walls Of Jericho. Hansen invitó a Weiki a trabajar juntos y éste debió rehusar, diciendo que haría solos y lo que le pidiesen, pero que le dejasen en paz. Él mismo admitiría más tarde que eso no estuvo bien. 

Weikath tendría su revancha en la segunda parte pero los problemas seguirían, debido a que Weiki (Weikath), por un lado, tuvo una crisis nerviosa en aquella época, posterior a una operación en la que se le extirpó un testículo, dejándole en pésimas condiciones para grabar. Y por el otro, fue quedando claro que Walterbach prefería a Hansen, a quien dejaba buena parte de las decisiones (selección de temas incluida), lo cual (unido a la falta de humor del empresario) llevó a que el guitarrista no soportase su presencia.

El propio Walterbach quiso prescindir de Harris Johns para producir, esta vez, pensando en alguien con mejor oído para la melodía, y se contó con el dúo formado por TOMMY NEWTON (guitarrista de VICTORY) y por el ingeniero danés TOMMY HANSEN. De una manera u otra Hansen conectó de manera instantánea con Newton (empatía entre guitarristas, entre otras cosas), mientras que Weiki y Michi (Kiske) lo hicieron con Hansen, aunque según Hansen (el ingeniero) esa dualidad vino de manera natural, sin hablarlo. Como también era natural la actitud jovial del grupo, en general, que no rehusaba sonreír en las fotos o en el escenario, alejándose de las poses y actitudes propias del género en aquellos años. Sus letras también solían ir por otro lado.



Tommy Newton



Tommy Hansen en 2022




Mientras, todo iba bien, y el grupo visitó América por primera vez (e incluso se convertirían en el único grupo de Noise con distribución por allí, por aquel entonces, gracias al gigante RCA), en una gira conjunta junto a ARMORED SAINT y GRIM REAPER, llamada HELL ON WHEELS, vendiendo gran cantidad de tickets. Helloween dejaron de girar, momentáneamente, en Noviembre de 1987, habiendo vendido un montón de discos y con la crítica a sus pies. No se podía pedir más.




Pero, además de lo antes comentado, los problemas empezarían a acumularse: Hansen no sólo había experimentado una gran morriña estando lejos de Hamburgo, sino que tenía poco entusiasmo con respecto a toda la cantidad de trabajo (giras incluidas) que tenían por delante de cara a la segunda parte. De paso, se llevó toda la Navidad de 1987 en el hospital por algo relacionado con una hepatitis y mientras estuvo ingresado empezó a pensar si todo lo que hacía merecía la pena. También empezaron sus dudas con respecto a seguir con el grupo. No quería verse hecho polvo en poco tiempo. A todo esto se unió la renovación del contrato del grupo con Noise, la cual, como los contratos anteriores, iba mayormente en una dirección (favorable al sello, a pesar de que el nuevo miembro del equipo de management fichado por Schnoor, HARRIE SMITS, intentó de manera tímida hablar al grupo sobre la posibilidad de tratar con otros sellos, recibiendo interés sólo por parte de Weikath, como era de esperar), por lo que a pesar de su intenso nivel de trabajo, el grupo no estaba haciendo el dinero esperado.

Walterbach, por su parte, empezó a temerse a finales de 1987, que una gran compañía intentase llevarse a Helloween, dado el inmenso éxito del grupo. SANCTUARY MANAGEMENT (poco menos que sinónimo de Iron Maiden) se había fijado en la banda alemana, y según Weikath, con idea de frenar un poco el cohete que eran Helloween entonces, ya que eso es lo que hacían (según él) con cualquiera que pudiese crearse su propio nombre a costa de ensombrecer el éxito del legendario grupo inglés. Algo así como si esto es así ahora, y después de esto sacan otro pelotazo y se hacen más grandes, qué va a ser de Maiden?

Este tema llevó a que se rompiese la relación entre Schnoor y Smits, que estaban en total desacuerdo con respecto a la dirección del grupo en este tema. El segundo era partidario de Sanctuary y el primero prefería una compañía alemana más grande. Walterbach apreciaba a Schnoor, al ser un tipo humilde y trabajador que conocía sus limitaciones, pero pensaba de él que no pensase más a lo grande. En Smits directamente ni confiaba, y más de lo mismo pasaba con la gente de Sanctuary, que según él representaban todo lo que no le gustaba de la industria musical. Pero aún con todo, adelantó quinientos mil marcos para la producción y promoción de Keeper II, de largo la mayor cantidad que había dedicado a un grupo de Noise.

Los problemas en cuanto al management empeoraron todo aún más, ya que los chavales no sabían a qué atenerse. Aún así, volvieron a tomar parte, ya que por un lado estaban Kiske y Weiki, del lado de Smits y Sanctuary, y por otro estaba Hansen, partidario de Schnoor. Ingo y Markus quedaron en medio de todo. Esta situación la aprovechó Sanctuary para meter cizaña: ni Schnoor, ni Smits.

El dúo Newton-Hansen volvió a hacerse cargo de la producción, pero el otro dúo, Kai-Weiki, se rompió, decidiendo no trabajar a la vez en el estudio, lo que aumentó la tensión general durante los tres meses que duró la grabación. Discusiones y más discusiones, también entre los dos productores, además, por la manera de mezclar el disco, algo de lo que se encargaron Hansen y Weikath en un principio (porque Newton tuvo que cogerse unos días libres) y que derivó en un cabreo generalizado. Esto supuso que Hansen le dijese a Newton que se encargase él, y por lo visto no se volvieron a ver, ya que Walterbach despachó al danés. Aún con todo, y como ya se ha dicho antes, Weikath y su irónico sentido del humor fueron esta vez la mayor fuerza tras el disco, logrando el guitarrista su pico como compositor con la legendaria EAGLE FLY FREE, que abrió cada concierto de la subsiguiente gira. Por su parte, Hansen contribuyó (entre otras cosas) con la canción más popular del disco, la famosa I WANT OUT, que sirvió, a su manera, como carta de dimisión con respecto al grupo, habiendo dicho a Newton (su único confidente a estas alturas) durante la grabación del disco que quería dejarlo ya que, a pesar del éxito, no soportaba toda la tensión, ni trabajar con Weiki y con Kiske. Weikath tampoco soportaba a Hansen y lo quería fuera.

En apenas un año todo se había ido por el retrete. Cada uno tiene su punto de vista y su propia versión, pero lo cierto es que los problemas de gestión y las peleas internas en cuanto a egos, dirección musical, etc, agriaron la relación de los miembros del grupo, algo sobre lo que Walterbach ya había pensado, viendo cómo iba todo al grabar el disco.

Keeper II se editó a finales de Agosto y el éxito fue atronador, contando también con el acierto de Walterbach al promocionar Dr. Stein como single (el formato single, me refiero, no la canción, que no le gustaba nada), un movimiento excesivo que el grupo se pudo permitir gracias a la salud de las arcas de Noise en ese momento y que era típico del Reino Unido pero no del resto de Europa, y menos en el metal. Así, se lanzaron cinco versiones distintas del single y eso llevó a Helloween al número 10 de la lista de singles en Alemania (tomemos como referencia que lo más que lo petaron Metallica en este sentido, fuera de USA, fue su número 13 en UK con ONE). El grupo giró y abrió el festival inglés de DONINGTON ese año, además de conseguir abrir para Maiden en su gira de SEVENTH SON OF A SEVENTH SON, de ese mismo año, pero las cosas en el grupo iban empeorando y Kai daría su último concierto con el grupo en Birmingham, Inglaterra, el 8 de Noviembre.



Iron Maiden, allá por 1988







De paso, Smits y Sanctuary se las arreglaron para largar a Schnoor (aprovechando que apenas hablaba inglés y no sabía bien qué se estaba cociendo, lo cual es bastante surrealista, además de acusarle de no sé cuántas cosas, que según él eran culpa de Smits), con la vista puesta en sacar al grupo de Noise y llevarlo a EMI, algo que enfureció a Walterbach, que veía al manager como el último punto de conexión del grupo con sus primeros días, dejándole, ahora que tampoco estaba Hansen, sin nadie en quien poder confiar en el grupo. Schnoor tendría su particular venganza años después, al descubrir a grupos muy populares como fueron los brasileños ANGRA y los italianos RHAPSODY.

Sanctuary quedaba, al menos de manera aparente, al mando, y entra en el grupo ROLAND GRAPOW, también de Hamburgo, como nuevo guitarrista, que llegaba desde la banda RAMPAGE. El 3 de Junio de 1989, el grupo daría en Tokio su último show en dos años (el motivo en el siguiente párrafo), pero la gira fue un éxito y Grapow, por su parte, demostró ser un reemplazo más que apto, aunque el grupo prácticamente dejó fuera del set-list cualquier cosa de su primera etapa.



Roland Grapow




Ahora el mando era de Weikath y Kiske, y ninguno de los dos quería estar en Noise, que sentían se les había quedado pequeña, y lo siguiente era el siguiente nivel, para lo que se necesitaba un gran sello, siendo EMI la opción más obvia. La relación con Noise se agrió del todo y el grupo no se sentía recompensado según su volumen de éxito. Walterbach se guardó las espaldas como mejor pudo, después de que Sanctuary y el grupo negociasen con EMI a sus espaldas y enviasen a la oficina de Noise en Berlín una carta de fin de contrato a finales de 1989 (me bailan las fechas en ese sentido, ya que el disco en directo del que he hablado antes, Live In The UK, se editó el 6 de Abril, de 1989, por EMI). Esto llevó a la denuncia por parte de Noise y a varios pleitos legales (que ni mola ni viene a cuento resumir) que se alargaron demasiado y resultaron fatales para Helloween, ya que en Enero de 1991 la justicia alemana prohibió al grupo tocar o hacer labores promocionales, lo que afectó al siguiente disco del grupo, PINK BUBBLES GO APE. Sanctuary y EMI intentaron negociar pero Walterbach pedía mucha pasta por dejar ir sin más al grupo, ya que el éxito que arrastraban era enorme y las predicciones incluso mayores, y el grupo debía a Noise dos discos de contrato (inicialmente de cinco). Todo esto destrozó el impulso que traía el grupo a todos los niveles, por no hablar del montón de dinero tirado en varias cosas, como cambiar de productor, etc, y el cambio de dirección musical. Y encima, problemas de ego ahora entre Kiske y Weiki, acerca de esto último.

Quiero comentar (y por eso antes he usado la palabra aparente) que no me queda claro hasta que punto (dado que el grupo tenía contrato con Noise, previo todo esto al pleito, etc), el papel de Sanctuary era más o menos relevante en la toma de decisiones o si había acuerdos previos con Noise al respecto o qué, ya que, de nuevo, el grupo pertenecía a la nómina de Noise y esta gente debería ser la que hubiese estado detrás de todas estas cosas. Esto, y lo ya comentado hace un momento acerca del baile de fechas entre distintas fuentes con según qué cosas, supone el punto débil del relato ya que yo no llego a más. Mis disculpas.

El disco se editaría en Marzo de 1991 y las ventas no fueron ni parecidas, por no hablar de las críticas, teniendo en cuenta lo que venía antes, aunque es un disco que yo disfruto, la verdad, teniendo canciones muy disfrutables y un par de ellas o tres bastante buenas (sobre todo la inolvidable SOMEONE'S CRYING). Pero era evidente que las intenciones del grupo con respecto a progresar musicalmente no habían gustado a casi nadie y en 1991 el grupo había dejado de tener el estatus de poco antes, para solaz de Walterbach, que culparía a Smallwood de la destrucción de Helloween. Ese mismo año, la recopilación THE BEST, THE REST, THE RARE vería la luz, siendo el último artefacto del grupo con el sello Noise en él. O al menos hasta entonces, ya que no sé qué chanchullos contractuales hay por ahí, porque hace pocos años se editaron una serie de recopilatorios de bandas de Noise (subtitulados The Best Of The Noise Years) y el de Helloween contenía canciones hasta 1998, con Better Than Raw. Y es que creo que las reediciones de los ábumes, hasta dicho disco de 1998, también cuentan con el sello de Noise de alguna manera.

Todo podía empeorar, y así pasaría con CHAMELEON, que dejó a los fans incluso más perplejos (para mal), con un repertorio, mayormente de Kiske, aún más confuso y polarizador. A estas alturas cualquier parecido entre los Helloween de esta entrada y los de 1993, año en el que se editó este quinto disco, era totalmente remoto por no decir inexistente. El disco, aún así, tiene en mi opinión sus elementos salvables, siendo el mayor exponente la buenísima GIANTS, sobre la relación del grupo con Noise. Recuerdo a mi amigo GUSTAVO RODRÍGUEZ prestándome la cinta al principio de aquel verano de 1993 y diciéndome que algunos amigos suyos, fanáticos del grupo, maldecían al darse cuenta de lo que habían comprado. Yo, en mi inocencia en cuanto al heavy metal, disfrutaba (y disfruto) de dicha Giants, la inicial FIRST TIME o MUSIC, pero encontraba bizarro y muy curioso el que los responsables de How Many Tears?, por decir algo, pudieran ser casi los mismos que ponían su nombre en algo como WINDMILL. Como era de esperar, las ventas de discos y tickets siguieron cayendo. Un grupo, por aquel entonces, aburrido y aburridos de ellos mismos (lo que era peor) y un disco que tres cuartos de lo mismo.

Es curioso (y éste es un apunte completamente personal) cómo las reediciones de años después de estos dos últimos discos, que contenían también todas las caras B de sus singles, muestran que hay material que no sólo a mí me gusta (no es nada comparable a los tres primeros discos, por supuesto), si no que en algunos casos (sobre todo en el de Chameleon) superan a la inmensa mayoría de lo incluido finalmente en los álbumes, a pesar de ser canciones facilonas y que en algún caso no pasan de ser simpáticos ejercicios de rock & roll. También me produce mucha curiosidad el hecho de que, analizando ciertas cosas con perspectiva, me doy cuenta de que en discos muy posteriores que yo haya escuchado, ya con el cantante actual, hay canciones que son absolutamente comerciales, accesibles, bobaliconas y mayormente, olvidables (pocas, eso sí), inferiores a lo salvable de Chameleon y muy por debajo de cualquier cosa en Pink Bubbles Go Ape (sin que encima sea el prodigioso Kiske quien las cante), y que de haber visto la luz en la época de estos discos, justo tras los Keeper, yo creo que hubiesen sido repudiadas. Estoy hablando, por ejemplo, de algo como I CAN, HEY LORD! o IF I COULD FLY. De hecho me atrevo a decir que algo como ANYTHING MY MAMA DON'T LIKE podría ir al mismo saco (el título mismo no presagia nada bueno), aunque ésta es bastante mejor que las otras y el grupo siempre ha tenido esa querencia por canciones digamos estúpidas (en el buen sentido), como Dr. Stein o la maravillosa RISE & FALL. Sin embargo, no sólo esto no pasa (hasta donde yo sé), sino que casi todas estas canciones se encuentran en discos como los ya nombrados Better Than Raw o The Dark Ride, que como ya dije son comúnmente alabados. En fin, cosas que me sorprenden.



No sé qué se le pasaba por la cabeza a un tipo como Grosskopf por aquella época, pero a quien afectó severamente toda esta situación, y más que a ninguno, fue al bueno de Ingo, alguien en quien se juntaron los peores condicionantes y las peores circunstancias. El batería, un chaval tímido, sin más interés aparente fuera del grupo, empezó a coger los peores hábitos durante este parón inesperado, lo que le llevó a ser poco confiable en términos musicales y alguien desconfiado, sin ganas de dejarse ayudar y con menos ganas aún de admitir que tenía problemas. Todo esto llevó a que no fuese capaz de completar la gira de Chameleon, incluso desmayándose durante un show en Japón. Se le diagnosticó esquizofrenia y fue ingresado, lo cual unido a su consumo de alcohol y drogas le hizo incapaz de estar en la mínima forma requerida para tocar con el grupo, y fue despedido a finales de año. En Marzo de 1995, llevado por sus problemas, se quitó la vida poco antes de cumplir treinta años.

Es triste pensar que todo esto se podía haber evitado en su día, con más diálogo y menos estupideces internas y externas, algo en lo que coincide el propio Kiske.



Ingo




Antes de la triste desaparición de Ingo, Kiske dejaría el grupo, que se encontró cancelando fechas, sin batería, sin cantante y sin compañía, ya que EMI rescindió su contrato debido a los pobres números de los dos últimos discos. Esto casi llevó a Helloween a su fin, pero el grupo volvió a principios de 1994 reclutando al cantante ANDI DERIS y al batería ULI KUSCH (que ya había trabajado con Hansen en Gamma Ray), y editando en Junio de ese año el muy acertado MASTER OF THE RINGS, y el resto vuelve a ser historia: Deris sigue a día de hoy en el grupo, como siguen Weiki y Markus, y han sacado bastantes discos con cambios de baterías y guitarristas, pero en general con muy buena salud; Kiske ha editado discos en solitario, ha pasado del metal, ha vuelto a él en ciertas colaboraciones y hasta se juntó con Hansen en el proyecto UNISONIC, que supuso el sueño húmedo de muchos al volver a ver juntos a los dos; Hansen siguió con su éxito en Gamma Ray, con un montón de discos editados también, y Grapow fundó MASTERPLAN junto a Kusch. Pero nada como la reunión definitiva de Helloween, muchos años después y como grupo de siete componentes, que tuvo lugar en 2017, volviendo Hansen y Kiske al redil, junto a la formación de por aquel entonces de la banda. Una triunfante gira ha tenido continuidad con la publicación del disco homónimo en 2021, también con éxito a tutiplén, y la vida vuelve a ser estupenda, con el grupo tocando la gloria de nuevo, girando y grabando sin chorradas internas y compartiendo lo que parece ser, tras los problemas del pasado, una sincera amistad (o eso quiero creer aunque ya se sabe con estas cosas) y, lo que es muy importante también, rindiendo homenaje a Ingo en cada show.

No sabemos que hubiese sido del grupo de haber superado en su día sus problemas y de haberse quedado Hansen en él, pero lo que sí es cierto es que, sea como fuere y a día de hoy, la influencia de Helloween en el metal europeo y mundial es innegable y enorme.



Andi Deris



Uli Kusch







HELLOWEEN Y YO



Mi primer contacto con el grupo fue en Otoño de 1992, cuando un amigo del cole (IGNACIO VARELA, casi con toda seguridad, o quizás el ya nombrado Gustavo) me dejó la recopilación The Best, The Rest, The Rare (de la que ya he hablado antes), en cinta original. Yo, principiante en el heavy metal, había pasado el resto del año poco menos que empezando en todo este mundo, y sabía que existía tal grupo, pero no lo había escuchado nunca. Recuerdo estar sorprendido para bien cuando el asunto abrió con I Want Out. Y parecido cuando sigue con Dr. Stein y Future World. Heavy, sí, pero accesible. Después llegaban Judas y las trompetas que anunciaban Ride The Sky y me costó hacerme a la avalancha sónica que eso suponía, poco acostumbrado entonces a lo que iba más allá del rock duro. Anécdota aparte, he de alabar dicha recopilación, no sólo porque a día de hoy supongo que estará descatalogada y será difícil de conseguir, sino porque está lejos, para bien, de ser una recopilación al uso, como su nombre indica. Montón de cosas por tu dinero, en pocas palabras. Y es que están los éxitos (vale, faltan Eagle Fly Free, How Many Tears? o I'm Alive, pero son doce canciones, o trece si contamos que Walls Of Jericho está separada de Ride The Sky), las dos canciones largas de cada Keeper (lo cual me parece alucinante), y sobre todo, están Judas y todas las caras B de los singles de ambos Keeper (menos la segunda versión de Starlight), a cada cual mejor (inolvidables SAVAGE, LIVIN' AIN'T NO CRIME o SAVE US) y supongo que no muy fáciles de encontrar por aquel entonces.

En total, setenta y siete minutos de música inolvidable y un montón de recuerdos.



He visto al grupo en directo tres veces.

La primera de ellas, el 17 de Diciembre de 1994, con el recién estrenado Deris y presentando Master Of The Rings en Melgar De Fernamental, Burgos, fue mi primer concierto de heavy metal. Me asusté un poco al principio, ya que tras la inicial SOLE SURVIVOR, vino Ride The Sky y se armó la mundial, con gente volando encima de mí y yo perdiendo definitivamente a mis amigos. Todo por ponerme en primera fila, la cual también perdí para ver el resto del concierto solo y algo más lejos, y volver a casa flipando y con un autógrafo del simpático Markus.

La segunda fue en 1998, en Valladolid (Plaza De Toros de Laguna De Duero, si recuerdo bien), un 23 de Mayo. El grupo teloneaba a Iron Maiden, que andaban presentando su controvertido VIRTUAL XI, de su efímera época con BLAZE BAILEY, y el concierto lo recuerdo corto, con un sonido no muy allá y además verlo desde un poco lejos, en las gradas. Es mi peor recuerdo al respecto ya que además presentaban Better Than Raw, que como ya dije nunca ha logrado llenarme. Quiero decir, de paso, que creo que Andi Deris es un tipo genial. De verdad. Me parece muy simpático, me cae muy bien y puede que sea la principal razón por la que Helloween siguen existiendo. Pero no es un cantante que me apasione. No me disgusta, pero ya. Y si bien no tengo problema en escuchar su voz en sus canciones, cantar las de Hansen o Kiske es otra cosa. Recuerdo tener esa impresión aquel día.

Y la última ha sido hace relativamente poco, en Diciembre de 2017 (el 9 de Diciembre, en el Wizink Center de Madrid), en plena gira de reunión de la actual formación, rodeado de amigos, en un pabellón casi lleno, con Kiske y Hansen otra vez en el redil y con un repertorio largo y apto para los fans de casi cada época del grupo. Un gran día.



Iba a hacer un top 10 del grupo pero me es imposible, así que voy a hacer algo que se acerque, con canciones que han de entrar ahí, sí o sí, y con unas pocas más (completando quince en total) que son alucinantes y entrarían o saldrían de ese top según días. Todas son de los clásicos Helloween, ya que a pesar de tener canciones acojonantes por ahí (muchas, por suerte), hay discos que no he escuchado y nada supera, para mí, la calidad de las antiguas y el encanto de la época. Ya lo he dicho alguna vez, creo: la nostalgia es siempre un factor.

Sin orden aparente:

- Victim Of Fate (versión de 1987)
- How Many Tears?
- Judas
- I'm Alive
- Halloween
- Eagle Fly Free
- Keeper Of The Seven Keys

Creo que esas siete serían las mejores canciones de Helloween, completadas con las ocho siguientes:

- Starlight
- Murderer
- You Always Walk Alone
- Savage
- Save Us
- Livin' Ain't No Crime
- Heavy Metal (Is The Law)
- Rise & Fall

Un último sitio para Ride The Sky y la versión original de Victim Of Fate (cómo no?), que esto es muy difícil, ya que creo que todo absolutamente todo lo que tocaron hasta 1988 era prácticamente oro (qué coño, incluso Future World y Dr. Stein se escuchan con una sonrisa décadas después).





Y esto es todo. Nunca lo he hecho hasta ahora pero ya toca, y es que quiero agradecer la interminable fuente de información que es Metal Archives, la web ya varias veces nombrada. Y sobre todo agradecer esta vez la información obtenida gracias al libro DAMN THE MACHINE (THE STORY OF NOISE RECORDS), escrito por DAVID E. GEHLKE y publicado en 2017, indispensable para saber ciertas cosas y para lograr una cronología un poco decente.



Damm The Machine






Dedicado a la memoria de Ingo Schwichtenberg (1965-1995), donde quiera que estés.













Nos vemos.






Comentarios