THE CRYPTS OF HADES / RUNNING WILD CON JÖRG MICHAEL (1994 - 1998)

Hacía tiempo que quería escribir sobre los años que el tremendo batería alemán JÖRG MICHAEL (27-03-1963, Dortmund) pasó con RUNNING WILD, el inigualable combo de Hamburgo dedicado al heavy/speed metal (mayormente) y que es muy conocido por tratar en sus letras temas históricos y literarios, sobre todo relacionados con la piratería. Puede que el veterano grupo no esté atravesando su mejor momento en términos de popularidad y reconocimiento artístico, una tendencia que su eterno líder ROLF KASPAREK (también conocido como ROCK & ROLF, quien es la única constante de la banda en toda su historia y que nació en Hamburgo el uno de Julio de 1961) espero que logre cambiar. Pero pase lo que pase son indudables la influencia del grupo dentro de la escena y, sobre todo, una enorme y prácticamente perfecta carrera desde sus inicios en 1979 hasta el final del siglo XX (opinión propia). No hay duda de que a Running Wild no les ha ido en este siglo actual tan bien como les fue en el pasado, pero en lo que a mí respecta, su racha de discos desde el debut en 1984 con GATES TO PURGATORY, hasta el último disco a tratar en esta entrada y que también fue el último editado en el siglo anterior (y el último con Jörg, de paso), THE RIVALRY (1998) es difícilmente igualable. Y estamos hablando de once discos de estudio (contando THE FIRST YEARS OF PIRACY, un disco de 1991 en el que regrabaron diez clásicos de sus tres primeros discos con la formación que tenían entonces), nada menos, entre otras cosas.

Si eres seguidor del metal tradicional europeo, Running Wild difícilmente te van a fallar, al menos durante su época de más éxito. Y no sólo eso. El tema de la piratería en manos de este grupo ya es bastante atractivo por sí solo (como en otros subgéneros, ha habido muchos imitadores y todo eso, pero normalmente no suele haber nada como lo original), pero como ya he comentado alguna vez por aquí, este grupo recurre con habilidad a una de las cosas que más me atraen en esto de la música, y que es usar la literatura y la historia como base o influencia para sus letras. Y no se limitan sólo a la piratería en este aspecto.





Como he dicho antes, la música se sale. Puede que en su primer disco y en el siguiente, BRANDED & EXILED (1985), el grupo aún no hubiese definido del todo su estilo, aunque ambos discos son muy buenos. Pero una vez introducido el tema de los piratas, con la edición de UNDER JOLLY ROGER (1987), en todo lo relativo al grupo, Running Wild simplemente vuelan, con su heavy metal de corte veloz que conocerá momentos de mayor agresión sónica, precisamente en los discos en los que participó Jörg Michael, lanzados en una época difícil para el género y a los que unos cuantos grupos de metal extremo del momento, confundidos por las circunstancias que se dieron en los noventa, podrían mirar ahora y avergonzarse.


Pero el caso es que había aparcado esta entrada por un tiempo, a falta de ideas y a la espera de terminar otras cosas más actuales, cuando hace bien poco y sin esperarlo, me crucé con el ya mencionado Jörg, como he contado en la entrada sobre el FULL METAL HOLIDAY 2023, y que es algo que me supuso una gran ilusión, además de impulso para volver al tema. Tal y como comenté en dicho artículo, este señor es un batería muy conocido, sobre todo en Europa, cuyo currículum puede dejar pequeño, en cuanto a calidad y cantidad, al del músico más rodado (y al de muchas bandas de paso). Ha trabajado como músico de estudio, ha girado como invitado con ciertos artistas y ha sido también miembro de varias formaciones, siendo muy popular su paso por los finlandeses power metal STRATOVARIUS, con quienes incluso trabajó mientras estaba en Running Wild, y a los que tuvo que abandonar, creo que en 2012, al ser diagnosticado un poco antes con un cáncer de tiroides del que por suerte se ha recuperado del todo, pudiendo volver al negocio musical.


Jörg Michael


No quiero olvidarme de dedicar este artículo a mi amigo JESÚS MAIDEN, sumo sacerdote del metal en mi ciudad y, con toda seguridad, uno de los mayores expertos de España (si no el que más) en todo lo que se refiere a Running Wild. Hasta tiene una página web propia dedicada al grupo y ha entrevistado y conocido a algunos de los muchos músicos que han pasado por el mismo.

RUNNING WILD SPAIN

Espero que, mientras se toma una cerveza en su reservado de la taberna Mano Negra, tenga un rato para quitarse el parche del ojo y leer esto. Y de paso avisarme de hipotéticos errores, para que puedan ser corregidos.


Pero antes, algo de historia.





Antes de Running Wild existió una banda llamada GRANITE HEARTS, fundada en 1977, más o menos, en la que Rolf ya ejercía de líder absoluto a todos los niveles, escribiendo canciones, organizando ensayos e incluso enseñando a tocar a sus compañeros. Este proyecto duró poco, debido a los distintos intereses de los miembros del grupo, dejando solos a Rolf y al otro guitarrista del grupo, UWE BENDIG (quien no llegaría a grabar el debut del grupo e iniciaría, de manera involuntaria, la más o menos habitual inestabilidad del grupo en lo relativo a su formación), con los que nacerían Running Wild, que pasarían de ser admiradores de KISS y AC/DC a escribir material más heavy y rápido.

Rolf recuerda la dificultad de las bandas de heavy metal para tocar en el Hamburgo de principios de los ochenta, y también como LIMB SCHNOOR, quien después sería mánager de los vecinos HELLOWEEN, le aconsejó grabar una maqueta y hacerla llegar a tantos fanzines europeos como fuese posible, con la esperanza de que un sello se interesase en ellos. Y así fue, ya que su demo ROCK FROM HELL llamó la atención de la omnipresente compañía alemana NOISE INTERNATIONAL, o lo que es igual, de su jefe, el ya mencionado previamente en las entradas de Helloween, KARL ULRICH WALTERBACH.


Una temprana formación de Running Wild, en la
época de Branded And Exiled. De izquierda a derecha:
 Majk Moti, Rolf, Stefan Boriss y Wolfgang Hagemann (Hasche)


Running Wild participarían en las recopilaciones de Noise llamadas ROCK FROM HELL - GERMAN METAL ATTACK y DEATH METAL, de 1983 y 1984, respectivamente, antes de grabar su primer disco. Para Branded & Exiled entraría como guitarrista el recientemente fallecido MICHAEL KUPPER (MAJK MOTI) y el grupo hasta consiguió una serie de fechas en Alemania y Suiza, durante 1986, teloneando a los americanos MÖTLEY CRÜE (???), lo que les llevó a tocar ante mucha gente.


Gates To Purgatory, debut de Running Wild


La gran experiencia que el grupo dijo haber tenido con los americanos no los preparó para lo que vendría ese mismo año, algo que, por otro lado, sería clave para el afortunado giro que Running Wild darían a partir de su tercer disco. El grupo se embarcó en una desgraciada gira (PREPARE FOR THE BLITZ TOUR) por los Estados Unidos, acompañando a sus colegas de sello VOIVOD y CELTIC FROST, en la cual se vieron fuera de lugar y superados por la propuesta más extrema de los otros dos grupos. Eso, y algún que otro contratiempo más, llevó a que esa acabara siendo la única incursión de la banda en dicho país (a pesar de haber tenido más oportunidades después, desechadas también por los habituales motivos económicos), y a que Rolf se diese cuenta de que no sólo mantenerse en Europa era suficiente, sino que se necesitaba algo más para destacar por encima del resto.


Cartel promocional de la desafortunada
gira Prepare For The Blitz


Branded And Exiled, segundo disco y
último antes de dedicarse a la piratería


Los dos primeros discos del grupo aún no habían acogido la temática pirata (de hecho, sus letras trataban en gran medida acerca del casi obligado y repetitivo tópico satánico) y por lo demás, Running Wild eran entonces el típico grupo de heavy metal adicto al cuero y deudor de JUDAS PRIEST (y quién no?), a quienes incluso deben su nombre, tomado del título de una de sus canciones (RUNNING WILD apareció en el disco de 1979 KILLING MACHINE, también llamado HELL BENT FOR LEATHER al otro lado del charco). Pero un golpe de suerte en forma de canción, llamado UNDER JOLLY ROGER, y todo lo que rodeó a la grabación del tercer álbum (editado en 1987 con el mismo nombre) y a la preparación de su posterior gira, llevó a Rolf a pensar que Running Wild podían adoptar la temática pirata de forma definitiva, incluso a nivel de vestuario. Esto abría toda una nueva vía para el grupo a través de la cual expresarse. Y una que no se había visto antes en Alemania ni prácticamente en ningún otro sitio. Habían nacido los Running Wild que el mundo conocería a partir de entonces, ligados para siempre (en general) a un tema en concreto y a una cierta imagen. Este tema también trajo, cómo no, detractores a tutiplén para una banda que nunca fue el ojito derecho de la crítica en cualquier caso. Pero esto no pudo importar menos al grupo, ya que el cambio gustó a quien tenía que gustar, que no era precisamente la prensa (ésta, por otro lado, sólo consiguió con sus críticas promoción extra para el grupo).


Under Jolly Roger. Aquí empieza la historia
de verdad. Adrian ya aparece en las velas



Este tercer disco supuso un punto de inflexión positivo para el grupo a todos los niveles (también en este momento nació su habitual mascota, ADRIAN), aunque las dificultades de Running Wild para tener una formación más o menos estable seguían estando ahí. Tras este disco llegarían JENS BECKER (bajo) y STEFAN SCHWARTZMANN (batería), quienes, de alguna manera, estarían más tiempo en el grupo, aunque tampoco de manera continuada. Curiosamente, son los tres discos a comentar en este artículo, los únicos (a excepción de los tres editados en el período que va de 2012 a 2016, aunque con la salvedad de que en estos sólo participan dos miembros, por así decirlo, oficiales) en la carrera del grupo en los cuales la formación del mismo se mantiene inalterada.


Los Running Wild de Death Or Glory, aún con Moti
como guitarrista (primero por la derecha). Ian Finlay
y Jens Becker (ambos desde la izquierda) son los otros
dos miembros


En 1988 se editó el genial PORT ROYAL, donde los temas históricos y la piratería se consolidaron, gracias en parte a la investigación y lectura de libros por parte de Rolf, que llevaron a que el grupo grabara joyas como CONQUISTADORES o, especialmente, CALICO JACK. El muy conocido DEATH OR GLORY salió a la venta al año siguiente (tras el acuerdo de Noise con la división alemana de EMI, consistente, en lo concerniente a Running Wild, en cuatro discos) y tras él, el grupo perdió a Moti, entrando AXEL MORGAN como guitarrista, quien se quedaría hasta el comienzo del período a comentar aquí.


Port Royal



Death Or Glory


Durante esta época, el grupo fichó como mánager al veterano BOGGI KOPECK (alguien que terminaría siendo muy importante para ellos), quien tuvo sus más y sus menos con Rolf a cuenta de las giras del grupo y sus consiguientes producciones, en relación con la constante negativa de Kasparek a girar, ya no sólo por Estados Unidos, algo que ya se sabía, sino en sitios potencialmente muy favorables como Japón (como ya se había visto durante un tour promocional previo). Además, y justo con la llegada de los temidos noventa, Running Wild también se vieron envueltos, de manera indirecta, en el pleito de Noise con EMI (por aquello de Helloween) y los consiguientes tejemanejes de Walterbach con SPV en relación al siguiente disco del grupo, BLAZON STONE (1991). Por miedo, seguramente, a que el remedio fuese peor que la enfermedad, EMI no llevó el asunto a juicio (*) y, en lo relativo a Running Wild, dicho acuerdo por cuatro discos se llevó a cabo.


Blazon Stone



The First Years Of Piracy, recopilación con
canciones de los tres primeros discos, regrabadas
por la formación que el grupo tenía en 1991


* A modo de breve  (y espero que correcto) resumen, comentar que Walterbach (alguien que quizás no fuese del todo justo o correcto en su proceder, pero que desde luego no se andaba con bobadas y tenía lo que había que tener a la hora de defender lo suyo) se indignó por el hecho de que, tras el acuerdo con EMI, estos quisiesen quedarse a Helloween actuando a espaldas de Noise, por lo que decidió que no daría un segundo disco de Running Wild a EMI, negociando a su vez un acuerdo con SPV para editar una versión previa (alrededor de sesenta mil copias que fueron directas a las tiendas alemanas) de Blazon Stone por su cuenta y quedarse con los beneficios, antes de que EMI pudiese emprender acciones legales. Obviamente, una vez que EMI pasó a la acción, esa versión del disco tuvo que dejar de venderse, pero lo que había llegado a las tiendas ya no tenía vuelta atrás y, extrañamente, en EMI no siguieron con este tema, seguramente por miedo a los hipotéticos perjuicios ligados a que Walterbach sacase el tema del fichaje ilegal de Helloween por parte de estos. De esta forma, los discos de Running Wild recogidos en el anterior acuerdo no se vieron afectados.


Running Wild, ya con Axel Morgan
(primero por la izquierda), en la época de
Pile Of Skulls. Stefan Schwarzmann y
Thomas Smuszynski (ambos desde la
derecha) completan el cuarteto


Con la llegada de la nueva década, y con ella del grunge y todo eso, Running Wild siguieron a lo suyo, disfrutando, al contrario que muchos de sus colegas, de unos relativamente buenos años (al fin y al cabo, lo alternativo se llevaba mayormente en Estados Unidos, con lo que al grupo, ajeno como era a ese mercado, no le afectó gran cosa). Así, tras Blazon Stone, el grupo editaría, también en 1991, el ya nombrado The First Years Of Piracy, PILE OF SKULLS en 1992 (que contenía la que puede ser la mejor canción de la historia del grupo, en lo que a mí respecta, y que no es otra que la increíble TREASURE ISLAND) y BLACK HAND INN (1994), el último de los discos del acuerdo con EMI y el primero a comentar aquí.


Pile Of Skulls



Por aquella época las cosas se torcieron con Noise. El muy influyente Kopeck quería crear (y así hizo) su propio sello (GUN records, apoyado por BMG), contando con el fichaje del grupo. Por aquel entonces, en Noise se decidió que los ingleses SKYCLAD teloneasen a Running Wild en la gira de Black Hand Inn, y esto no gustó a Kasparek. No se sabe si porque de verdad no le gustaban Skyclad o por el tema anterior, pero el caso es que Rolf y Kopeck negociaron la salida del grupo de Noise y su entrada en GUN. Sólo quedaba entonces un disco que editar a través de Noise (según el acuerdo del grupo con ellos), que sería MASQUERADE (1995). De hecho, el siguiente álbum (y último de los años a los que se refiere esta entrada), The Rivalry, sería el primero del grupo con GUN. A pesar de todo, la relación del grupo con Noise no se vino abajo y ambas partes la recuerdan como positiva y basada en un respeto mutuo que continuó después.



Hay un par de cosas que quiero señalar, antes de hablar de la música. La primera es que los tres discos a comentar, además de no estar editados por la misma compañía, como ya se ha visto, no son una trilogía (de hecho son Masquerade y The Rivalry los que formarían parte de una trilogía acerca del bien contra el mal, junto al posterior VICTORY, editado en 2000), sino que simplemente tienen a Jörg Michael como batería y son, con bastante seguridad (al menos los dos primeros), los tres discos más agresivos del grupo. Además, y como ya dije antes, casualmente presentan la misma formación, cosa muy poco habitual en Running Wild.

La segunda es relativa al fatal tour del grupo junto a Celtic Frost y Voivod en 1986, en el que supuestamente se vieron superados por la fuerza bruta de dichas bandas. Para empezar, yo no creo que la diferencia en ese sentido, a pesar de obvia, sea tan abrumadora, y para continuar, y más importante que lo anterior, para mí hay en esta época de Running Wild una especie de revancha involuntaria con respecto a lo acontecido en aquella gira. Y me explico.

No he escuchado apenas a Celtic Frost (me gustaría, por cierto), pero para cuando empieza esta etapa de Running Wild, los suizos ni estaban ni se les esperaba, tras la sacudida negativa que supuso aquel COLD LAKE, de 1988, y la mejora (relativa, por lo que he leído) de VANITY/NEMESIS (1990). El grupo se separaría y no volvería hasta el siglo siguiente.

En cuanto a Voivod, éste es un grupo del que me chifla todo lo que he escuchado (que viene a ser todo, menos las etapas con ERIC FORREST y con JASON NEWSTED) y que cuenta con mi máximo respeto, pero que en esta época estaba en un plano muy secundario en cuanto a popularidad, tras las salidas del cantante SNAKE y del bajista BLACKY (de hecho es durante estos años cuando Forrest los sustituyó a ambos) y que venía de discos (maravillosos por otra parte) como ANGEL RAT (1991) y THE OUTER LIMITS (1993), que de ninguna manera podían competir en potencia con lo que hacían Running Wild por aquel entonces.

Running Wild no eran exactamente METALLICA por aquel entonces (nunca lo han sido, ni de cerca), pero claramente estaban riendo los últimos. Cero animadversión hacia los otros dos grupos, por supuesto y hasta donde yo sé, que no tuvieron ninguna culpa de lo que pasó en aquella gira.




BLACK HAND INN


Con este disco, Running Wild inauguraban la formación que no iba a cambiar durante este período, y que juntó a Kasparek y Michael con el guitarrista THILO HERMANN (19-09-1964, Mühlhausen) y el bajista THOMAS SMUSZYNSKI (26-07-1963, Alemania). Esta estabilidad supone hacerse a la idea de que Running Wild son (al menos durante esta etapa) un grupo de pleno derecho, y no el vehículo personal de Rolf, algo que, dados los continuos cambios, se podía intuir antes de este disco y que no quedaría más remedio que admitir definitivamente, ya en el siglo XXI, aunque supongo que esa nunca fue la meta del bueno de Rolf. Fue producido por el propio Kasparek y escrito en su totalidad por él mismo. Salió a la venta el veinticuatro de Marzo de 1994, tras haber sido grabado en los estudios HORUS SOUND y VOX, localizados en Hanóver y en Bendestorf, respectivamente.


Thilo Hermann



Thomas Smuszynski


Viene a ser un disco más o menos conceptual acerca de un hombre que, tras haber sido ejecutado por ser un supuesto seguidor de Satán, resucita y predice el final de los tiempos, todo con el tema de la piratería como telón de fondo. La portada del disco, del muy famoso ANDREAS MARSCHALL, refleja como dicho hombre, tras haber resucitado y abierto una taberna (la que da título al disco), muestra sus profecías a sus clientes (siendo uno de ellos, el propio Rolf).


Black Hand Inn


Hay veces en las que suelo nombrar este disco como mi preferido del grupo. Tantas como luego pienso que no estoy seguro del todo, dada la feroz competencia en este sentido. Pero luego me preocuparé de eso. En cualquier caso, pocas cosas se pueden decir mejores que ésta acerca de la carrera de un artista.



El primer tema del disco, llamado THE CURSE, sirve de introducción a la historia, ya que durante unos segundos, se narra la ejecución del hombre anterior, cuyo nombre es John Xenir, como si se tratase del diálogo de una obra de teatro (Rolf hace de John, claro está, como creo que ya había hecho en una parte muy parecida de la ya mencionada Calico Jack). Un inquisidor recita a John sus pecados y le aconseja que se arrepienta para poder salvar su alma, pero eso no impresiona al protagonista, quien acusa al inquisidor de mentir y le avisa de que volverá para demostrar quién es de verdad el malo. John es quemado en la hoguera y sólo queda una mano negra carbonizada, que dará nombre a la colina donde se prendió fuego a la estaca. Y como dice el narrador, así empieza todo. Lo que sigue es la segunda parte del tema, ya una canción propiamente dicha. Y vaya canción. Se trata de un tema instrumental totalmente in crescendo que parte de una guitarra limpia a la que se irá uniendo todo el grupo, hasta llegar a pleno galope a la genial melodía que empieza en 2'40'' y que se une a la principal. Ésta sí que es una introducción que vale la pena.

So you will die by the fire. Light up the stake!


Con el comienzo del tema título, BLACK HAND INN, queda claro que el habitual speed metal del grupo no se ha ido a ningún sitio, pero que en comparación con lo escuchado en Pile Of Skulls, ha ganado en potencia y agilidad (viene a la mente el sonido de un disco como el famoso PAINKILLER de Judas Priest, y lo que supuso para estos al principio de la década), gracias mayormente a la nueva incorporación a la batería (Painkiller de nuevo), cuyos pies no conocen freno y apenas dan una pequeña tregua, algo que se puede aplicar al disco entero. Esta canción, una de las grandes joyas en la discografía del grupo, cuenta la historia que recoge la portada (cómo la taberna llegó a ser, cómo se llama ésta, quién la lleva y qué cosas hace esta persona allí, lo que llega a oídos de un sacerdote que se presenta en ella para condenar todo aquello, siendo replicado por John, quien lo llama mentiroso y le dice que él es el mal, y que así lo demostrará) y musicalmente es un despliegue de velocidad por parte del grupo que la convierte en, probablemente, su tema más agresivo hasta la fecha. Los bombos de Michael no descansan ni siquiera cuando las guitarras lo hacen mínimamente durante el estribillo, tras el cual hay una breve sección instrumental más violenta en la que los viajes del batería a sus tambores son dignos de mención, y que tras el segundo estribillo lleva a un solo de guitarra emocionante que suena sobre otro riff distinto. Vaya comienzo.

Welcome to the tavern in the grove, where ancient spirits live and rove.


Puede que MR. DEADHEAD no sea ni tan rápida ni tan brillante como la canción anterior (sobre todo al comparar el estribillo de ambas, que en ésta es lo menos llamativo) pero cumple sobradamente con un riff principal tan aparentemente sencillo como genial. Por lo demás, se trata de un tema con apenas cambios que, curiosamente (por estar colocadas ambas tan al principio), es junto con la siguiente canción, una de las que menos me llaman de todo el disco, aunque insisto, me gustan mucho las dos. 

Quiero creer que el señor al que se refiere el título es el cura que visita a John, a quien éste acusa de mentiroso y traidor, entre otras cosas, siguiendo con la línea argumental y mostrando la antipatía del grupo por las religiones organizadas.

Brainless and narrow minded, a blockhead all the way.


SOULLESS siempre aparece emparejada en mi cabeza con el tema anterior, supongo que por lo comentado antes, y porque además la letra y la estructura parecen seguir la misma línea. Un riff bastante agresivo abre otra canción bastante lineal también (algo más acelerada durante un solo bastante brillante) y algo más a medio tiempo en la que Rolf (John) vuelve a condenar, supuestamente, a la misma persona de antes.

You double-cross and cheat, you never show respect.


La historia vuelve a acelerarse a todos los niveles con la genial THE PRIVATEER, que también daría nombre a un EP de adelanto al que me referiré después. Una breve entrada de batería da paso a una canción bastante veloz, con el incansable doble bombo como seña de identidad habitual y un estribillo bastante chulo y triunfante. Además, el tema resulta más variado, con distintos riffs y alguna parte solista fuera del propio solo. Vuelve también el tema de la navegación y todo eso, con John haciéndose a la mar para volver al lugar en el que había muerto de joven (la letra incluso habla de tierra santa, y esto no lo entiendo muy bien, ya que creo que este tema sí que trata sobre el protagonista), y usando su clarividencia para guiar el barco.

His crystal ball's revealing where he has to steer.


Piratas malotes. De izquierda a derecha:
Smuszynski, Hermann, Kasparek, y Michael



A continuación una de las que más me gustan, FIGHT THE FIRE OF HATE, con el grito inicial de Rolf, un riff tremendo y la potente, aunque más pausada, batería, que guían el tema hacia otro estribillo de aire triunfal y perfecto para el público en los conciertos. Me encanta la breve parte solista de guitarra, tras el primer estribillo, que aparece en 1'56''. Tras el segundo estribillo viene un solo de guitarra bastante más largo que los de las canciones anteriores y que no sé si pertenece a Rolf, Thilo o a ambos (lo más probable) y después, cerca de cumplirse ya el cuarto minuto, la genial melodía que hace que te vengas arriba y que se repetirá al final de la canción para terminarla.

Creo que la letra hace referencia al nacional socialismo y derivados, y podría enmarcarse en la historia como un capítulo más de la cruzada de John contra el mal, si se tiene en cuenta que éste puede ver el futuro.

The evil madman has taken his toll, possessing their mind, owning their souls.


Una guitarra limpia introduce THE PHANTOM OF BLACK HAND HILL, otra canción larga, como la anterior, pero bastante más rápida, en la línea del tema título o The Privateer. Speed metal sin tregua y otro estribillo muy logrado, tras cuya segunda repetición viene una sección instrumental con algún riff distinto y el solo de guitarra, todo de manera muy veloz. La canción habla de cómo el sitio en el que John fue quemado se convierte en algo a evitar y que atemoriza a los lugareños, se supone que antes de que el protagonista vuelva a la vida y abra su famosa taberna.

The spot of stakes is haunted, predestined when he was burned.


Genial riff el de FREEWIND RIDER, otro tema rápido (aunque no tanto como los ya nombrados) donde incluso las guitarras desaparecen al empezar cada estrofa, dejando sola durante unos segundos a la base rítmica. Nuevo estribillo de puño en alto para añadir a los anteriores, precedido por un puente previo (call of the wild, soul's running free) que me gusta incluso más, en una historia sobre la libertad que creo que es sugerida por la vuelta de John a lomos de un caballo negro.

The hooves are pounding fast, kicking up the dust.


Vuelta a la velocidad desenfrenada en POWDER AND IRON, con Jörg castigando su instrumento sin ningún remordimiento. El puente previo al estribillo me vuelve a gustar más que éste y también está muy bien la corta y agresiva sección previa al solo. Son curiosas canciones como de este tipo (y en este disco hay varias), ya que ésta en concreto dura más de cinco minutos pero te parecen dos, tal es el ritmo de la misma. Como uno se puede imaginar por el título, la canción narra una batalla en el mar, cuando los piratas (el barco de John?) se ven perseguidos por la armada y han de luchar.

Lightning strikes, smokescreen bites, a wall of fire is on the horizon.


El sonido de una flauta, cortesía de RALF NOWY, precede al grandioso riff principal (lo mejor de la canción) de DRAGONMEN, que vuelve a ser un tema rápido, aunque esta vez al galope, con otro genial estribillo con acordes abiertos y un nuevo puente instrumental que presenta un riff distinto, antes del solo de guitarra. La letra parece tratar de una de las profecías de John, que quizás se refiera a los aviones del futuro.

They ride the wind on metallic wings.


Foto promocional durante estos años


Nota muy alta para terminar, gracias a la tremenda GENESIS (THE MAKING AND THE FALL OF MAN), la canción más larga de la discografía del grupo (superando el cuarto de hora), que viene a ser la réplica algo menos exitosa de la un poco anterior y ya mencionada Treasure Island, y cuya letra se basa en el libro de 1976, THE 12TH PLANET, de ZECHARIA SITCHIN. Supongo que, nuevamente, en el contexto de la historia del disco, este relato podría pasar como otra de las profecías del protagonista. O quizás no y este tema va aparte en este sentido. Se trata de una historia sobre la inminente extinción de un planeta muy antiguo, debido a problemas en su atmósfera, que empieza cuando el líder de la raza que lo habita es derrocado y ha de huir para salvarse, llegando a la Tierra y descubriendo que el oro puede ayudar a filtrar la radiación solar y salvar a su planeta. Dicho líder revela este descubrimiento a su antagonista y éste le permite regresar. A partir de ahí acontece todo tipo de sucesos que sirven como metáfora del egoísmo, etc, humanos. No en vano, Sitchin defendía hipótesis según las cuales, eventos extraterrestres habrían sido significativos en el desarrollo de la humanidad.

No sé, demasiada fantasía creo yo, y la verdad es que la historia en sí es lo que menos me llama de la canción, que en cuanto a la música pasa por ser, con mucha seguridad, lo mejor del disco (aunque este tipo de canciones tan largas y épicas requieren más atención, y ésta en concreto creo que se alarga un poco de más).

Tras la introducción hablada aparece una frase de guitarra que da pie al riff más reconocible de la canción, mientras va entrando la batería y todo explota definitivamente en 2'34''. Momentazo. A partir de 2'50'' comienza el otro riff principal, acelerando el tema y sirviendo de esqueleto para las estrofas mientras se alterna con el anterior riff en los momentos instrumentales. Hasta cercana la mitad del quinto minuto no aparece el primer estribillo, precedido por un puente alucinante (Hellbound, poisoned souls), y las guitarras replican la melodía vocal de Rolf usando acordes, hasta que él se calla y estas hacen los mismo pero con una de ellas sustituyendo la voz del cantante.

Después de la segunda vuelta el tema entra en una nueva fase con un aire más teatral, poco después del minuto seis, con un nuevo riff que cambia según el momento sea instrumental o no, y que desemboca, a partir de cumplirse el minuto ocho, en el primer solo de guitarra. Tras éste, otra parte distinta (esta vez al galope), empieza en 8'25'', y Rolf vuelve a cantar antes y después del segundo solo (mi preferido, en 9'30''), hasta que en 10'10'' una explosión da paso a una triunfal melodía de guitarra que vuela sobre el galope ya comentado.

Todo perfecto hasta aquí, sin duda, pero poco antes de terminarse el minuto once, la canción se vuelve un poco repetitiva y creo que se podría haber beneficiado de algún que otro recorte de cara a su parte final, aunque verdaderamente lo único que hace es repetir patrones anteriores hasta llegar al final, para terminar la canción de la misma manera en que empezó (discurso incluido), así que ni tan mal.

Es difícil comentar una canción tan gigantesca.

The firestorm will rage on the day of the falling, Armaggedon's near, it's the end of the genesis.




The Privateer


El disco termina aquí, pero sucesivas ediciones incluirían las dos canciones que venían en el antes mencionado EP, The Privateer, y que son DANCING ON A MINEFIELD y POISONED BLOOD. Ambas son buenas canciones pero en este caso, y al contrario de lo que pasa más a menudo de lo esperado, ninguna creo que sea merecedora de haber pasado el corte final del disco, siempre teniendo en cuenta la calidad de las otras que sí lo hicieron. Prefiero la primera, eso sí, una canción movida pero más a medio tiempo que triunfa sobre todo gracias a un estribillo bastante chulo. El solo está bien y además es la única vez en todo el disco (aunque sea fuera de él, en realidad) en que recuerdo adivinar cierto protagonismo del bajo. La canción se aleja de los temas habituales del grupo para entrar en algo más social, siendo una denuncia, en general, de la energía nuclear y los tejemanejes políticos al respecto.

Atomic power is a dangerous and useless toy.


Poisoned Blood es la canción más breve todas (obviando The Curse) y parece funcionar mejor en los apartados en los que la anterior no destaca tanto (y viceversa). El riff principal me mola más pero el estribillo se hace un tanto repetitivo. Por lo demás, tampoco es una canción excesivamente rápida que también parece tratar de la eterna historia de corrupción y poder, aunque se nombra el virus HIV, lo que me deja en fuera de juego, aunque tiene sentido si se tiene en cuenta el nombre de la canción.

Evil suppression, hiding the truth. No compassion, betraying the youth.



Ya dije antes que hay muchos momentos en los que pienso que Black Hand Inn es mi disco preferido del grupo, y méritos reúne para ello. Lo que pasa es que otras veces me quedaría con otros, y no sólo por la indudable calidad de discos como Port Royal, Under Jolly Roger o Death Or Glory, sino por unas mínimas pegas que tengo con este disco. El esfuerzo (a todos los niveles) no se cuestiona, y la potencia está ahí y de qué manera, pero a pesar de que el resultado general es genial y la entrada de Jorg supone un plus de pegada que contagia a todo el grupo, el sonido me parece a veces un poco mecánico. Puede que este batería sea tan bueno que, a pesar de destrozar su kit, parezca que haya un robot tras el mismo? No sé. Lo bueno es que es una sensación que no tengo con los dos siguientes discos, cuyo sonido parece ser algo más orgánico. La otra pega es que me gustaría algo más de presencia, y quizás protagonismo, del bajo. Cosas mínimas, en cualquier caso, en el que en su momento fue el disco más agresivo del grupo.


Un honor que le duraría bastante poco.




THE CURSE

BLACK HAND INN

THE PRIVATEER

FIGHT THE FIRE OF HATE

FREEWIND RIDER

DRAGONMEN

GENESIS (THE MAKING AND THE FALL OF MEN)





MASQUERADE


Este disco (primero de la trilogía que antes comenté) se puso a la venta el treinta de Octubre de 1995 y por lo demás, apenas hay ningún cambio en el apartado técnico con respecto a Black Hand Inn, ya que se grabó en el mismo sitio (obviando esta vez los anteriores estudios Vox), tiene la misma formación, fue también producido y escrito en su totalidad por Rolf, y su portada quedó a cargo del mismo artista. Incluso contó con la aparición del ya mencionado Ralf Nowy en un par de canciones.

La portada vuelve a ilustrar una de las canciones, en este caso la primera, y muestra a tres tipos que vendrían a personificar el ejercito, la iglesia y la justicia (o eso supongo yo), mostrando su verdadera cara corrupta tras hacer un pacto con un personaje demoníaco llamado Redcoat y que aparece en una especie de altar que ocupa el centro de la imagen.


Masquerade


Y como era de esperar, tras lo dicho antes, Masquerade superó a Black Hand Inn en términos de agresividad, convirtiéndose en el disco más heavy de la carrera del grupo. Es más, recuerdo leer la crítica en la revista KERRANG cuando el disco salió y el periodista musical MARIANO MUNIESA (antaño referente al respecto) la titulaba pura tralla thrash metal. No sé si tanto, pero Running Wild lo dejaron todo en ese apartado y no se quedaron lejos en cualquier caso. 

He leído que este es el disco menos vendido del grupo, al menos hasta ese momento, y desde luego merecía mucha mejor suerte. Es otro de los grandes discos del grupo, pero no sólo por su potencia.



THE CONTRACT / THE CRYPTS OF HADES abre fuego de la misma manera en que lo había hecho The Curse en Black Hand Inn, con una primera parte teatral en la que se desarrolla el concepto de la portada, y que termina con Redcoat riendo mientras sentencia So it shall be done. Tras ella, aparecen una especie de sintetizador (en esta canción participa de nuevo Ralf Nowy con sus efectos) y unos coros, y, tras un minuto y medio de pista, todavía hay tiempo para unos cuarenta y cinco segundos de música instrumental en los que el grupo imita de manera brillante la melodía del sintetizador anterior. Es un tema breve pero, al igual que The Curse, sirve perfectamente como introducción para lo que viene después.

Are you willing to deliver your souls onto our hands, to become powerful, famous and rich?


Y siguiendo la línea del disco anterior, lo que viene tras la introducción vuelve a ser el tema título. MASQUERADE, en cuanto a su letra, sigue desarrollando lo contado en el corte anterior, y musicalmente podría considerarse como una réplica de la propia Black Hand Inn, pero incluso más potente. Running Wild echan fuego y parecen estar buscando algún tipo de venganza, como así demuestran primero Rolf, con su grito de rabia del segundo diez, y después el mismo estribillo de la canción, a pesar de su aparente sencillez. Y luego está lo que hace Jörg con sus bombos durante las estrofas (por nombrar un detalle), dejando atrás esa ligera sensación que dejaba el disco anterior de estar en autopiloto en las canciones más rápidas. Brutal la sección previa al solo de guitarra que llega tras el segundo estribillo.

They rule the world by telling lies, dripping poison in your ear.


DEMONIZED baja un poco las revoluciones, a pesar de ser bastante intensa y de aire más rockero (si es que esa palabra cabe aquí), en contraposición al speed/thrash anterior. Curiosamente era de las canciones que más me gustaban cuando en su día empecé a escuchar el disco, pero ahora me pasa al revés. Y no creo que sea algo casual, ya que las demás canciones del disco que siguen la misma línea (una o dos, a lo sumo) son de lo que menos me llama la atención de todo el disco. E insisto en que me gusta bastante, principalmente su energía, el riff principal y, sobre todo, el puente previo al estribillo, ya que éste acaba siendo lo menos atractivo de la canción. Con el tiempo he ido leyendo opiniones de gente que cree que el abuso por parte de Rolf de este tipo de canciones, más a medio tiempo, ha sido una de las cosas que ha ido lastrando al grupo en el siglo XXI, aunque desde luego eso es discutible y no creo que las canciones a las que se refiere la gente se acerquen a ésta en ningún sentido.

Ya se ha dicho antes que este disco iniciaba una trilogía de álbumes que trataban de la eterna lucha entre el bien y el mal, y aquí Rolf vuelve a la carga con otra letra de denuncia, nuevamente de la corrupción y el egoísmo de quienes sólo buscan el beneficio propio sin más consideraciones. Muy en la línea de lo visto en las dos canciones previas.

Corrupted whores of deepest dye, they ruin the world but they keep their smile.


A pesar de no contar entre las mejores canciones del disco, mucho más interesante resulta BLACK SOUL, un tema no tan rápido como Masquerade, pero de corte mucho más tradicional que el anterior (en lo que al grupo se refiere). El riff principal se mantiene inalterable al principio, mientras la batería impone varios ritmos distintos, pero lo mejor vuelve a ser el puente, ayudado, esta vez sí, por un estribillo bastante bueno en el que las guitarras imitan la voz de Kasparek. Por lo demás, es una canción bastante lineal que repite la estructura habitual (estrofa, puente, estribillo, dos veces, breve sección instrumental previa al solo, solo de guitarra y vuelta a empezar) y que a pesar de pasar los cinco minutos de duración se hace bastante corta. La letra vuelve a incidir en los temas ya comentados.

The contract is made and it's written in blood, betraying the world to save what you've got.


Y por fin vuelve a escucharse el sonido del mar, junto con una melancólica guitarra limpia que sirve para introducir LIONS OF THE SEA, una de las canciones más populares del disco. Speed metal tradicional, muy en la línea habitual del grupo, con un estribillo triunfante y algo más de variedad que los temas previos. A destacar la sección previa al solo de guitarra y el solo mismo, con una parte final en la que, con un poco de imaginación, puedes formarte en tu cabeza un cuadro de todo lo que habitualmente rodea al grupo y su imagen. Por mucho que el ambiente del tema y su propio nombre indiquen que es una canción con la habitual temática pirata de Running Wild, yo creo que se trata de más de lo visto hasta ahora (lucha contra la corrupción y el mal, búsqueda de la libertad, etc) pero en un entorno marítimo.

They save their souls from black, from its evil void.


REBEL AT HEART es la segunda canción del disco que, como ya dije antes, tiene una estructura más rockera, aunque vuelve a ser una canción bastante potente (no hay excepciones al respecto en este disco) y además bastante pegadiza (quizás hasta un poco repetitiva). El as en la manga es un solo de guitarra de más de un minuto de duración (supongo que compartido por ambos hachas), con distintos ambientes, y que sobre todo en su primera parte es una barbaridad, siendo el mejor del disco y uno de mis preferidos de la carrera del grupo. En cuanto a la letra, el nombre de la canción no deja lugar a muchas dudas.

Proud you'll be, for all the world to see. So shed off your fear if you wanna be free.


Turno ahora para WHEEL OF DOOM, favorita personal y probablemente la canción más heavy del grupo en toda su historia. El riff principal es muy bueno, pero es sobre todo la tormenta que desata Jörg Michael con su batería la que separa esta canción de otras, imprimiendo al asunto una intensidad difícil de igualar (y el listón estaba muy alto), que sólo da una mínima tregua durante el estribillo. Velocidad desatad, headbanging y una potencia desmedida que amenaza con descontrolarse a cada momento. Brutal. Acojonante también (una vez más) la sección intermedia previa al solo de guitarra que empieza en 2'05''. Todo, la verdad. Esta canción simplemente echa chispas. La letra recurre a lo habitual, poniendo el foco esta vez en la religión, o eso creo.

It's you, keeping the hand on the wheel. It's you, ruling the fate.


Rebels at heart


METALHEAD es la tercera (y última) canción que baja algo las revoluciones, alejándose del speed metal habitual, aunque (al igual que Demonized y Rebel At Heart) eso no supone ningún impedimento para continuar con la potencia típica de este disco. Me gusta, sin duda, pero puede que sea la canción más olvidable del disco, y a estas alturas la misma letra con distintas frases cansa un poco. No sé si en este caso el tema habitual se relaciona con el heavy metal (dado el título) y la rebeldía a la que suele ir asociado, pero sea como sea, son muchas las veces que palabras como evil, cheat o lie han sido ya utilizadas. Sin embargo, es este tema el único en el que ahora mismo identifico algo de protagonismo por parte de Thomas y su bajo, que tiene unos diez segundos de casi solitario desempeño tras cumplirse el segundo minuto, acompañado solamente por la batería.

Fear and pain, Hades' name. Sin and pride, their evil guide.


En cualquier caso, Running Wild se guardan para el final un trébol de temas ganadores, comenzando por el veloz SOLEIL ROYAL, que no sólo es un temazo prototípico del grupo, sino que además retoma temas históricos y de navegación. En este caso se habla del gigantesco barco francés que da nombre a la canción, abanderado de la flota del almirante TOURVILLE, y su recorrido en combate contra la LIGA DE AUGSBURGO (o GRAN ALIANZA, tras la entrada de Inglaterra) desde 1690 hasta 1692 (dentro de lo que se conoció como GUERRA DE LOS NUEVE AÑOS), cuando pasó de liderar la victoria francesa contra los ingleses en la batalla de BEACHY HEAD a salir bastante dañado un par de años después en la de BARFLEUR, y ser finalmente destruido pocos días después en CHERBOURG. Tras haber sido reparado se defendió de los ataques hasta que fue alcanzado por un brulote (barco, normalmente ya dañado o inutilizable, cargado de explosivos o simplemente en llamas, que tenía como único fin colisionar con barcos de madera causando grandes daños o destrozando los mismos) y el fuego llegó a las estancias en las que se guardaba la pólvora. El trágico final es fácil de adivinar.

Breve repaso histórico aparte, el grupo machaca de manera incansable un gran riff más potente que complicado, mientras que en el puente y en el estribillo dicho riff es sustituido por la réplica que dan las guitarras a las partes vocales de Kasparek. Tras la acostumbrada sección intermedia, que esta vez no sólo es instrumental, viene un solo de guitarra bastante chulo y vuelta a empezar.

Cannons speak the fatal words, the language of death.


MEN IN BLACK es la menos impresionante y rápida de las tres, pero es muy buena también, contando con un riff principal (que aparece también en el estribillo) y una progresión de acordes en las estrofas que atrapa desde el primer momento. La canción no se desvía de esa fórmula y ni siquiera tiene la habitual sección intermedia antes del solo de guitarra, y vuelve a ser la típica canción que ronda los cinco minutos pero que pasa volando, algo que es buena señal. Tras el interesante tema de la canción anterior, ésta vuelve a la receta de siempre, con una variante de, más o menos, la misma letra habitual pero esta vez enfocada en algún tipo de religión organizada o qué sé yo.

So pale and blackdressed men are knocking at your door.


Todo acaba con una de las canciones que más me gustan del disco, la oscura y un tanto olvidada UNDERWORLD, un tema que vuelve a contar con la participación de Nowy y que parece estar conectado temáticamente con la canción previa (o con todas los demás, visto lo visto) y quizás con la primera del disco, ya que me da la sensación que el siniestro personaje al que se escucha al principio y al final vuelve a ser Redcoat. En cuanto a la música, me encanta la melancólica (si se puede llamar así) frase de guitarra que se escucha sobre el riff inicial (y que se repetirá alguna que otra vez), antes de otro riff de speed metal que sirve de esqueleto a la canción. Rolf muestra buenas maneras como cantante (algo que suele pasar desapercibido, al igual que su labor como guitarrista, normalmente rítmico, ya que el capitán suele pasar por ser el líder, alma e ideólogo de la banda pero es mucho más que eso) en un estribillo bastante chulo, y atención al frenazo de la canción tras 2'30'' en su épica parte intermedia. Temazo, seguramente el mejor del disco junto a Wheel Of Doom, Soleil Royal y Masquerade.

Religion's made to obscure the mind, living on its lies.




En cuanto a los temas extra, muy poco que contar. Algunas ediciones contaron como bonus con dos canciones muy antiguas, IRON HEADS y BONES TO ASHES, en versión demo, que habían aparecido en la cuarta maqueta del grupo y de paso en la ya comentada recopilación de Noise llamada Death Metal. Estas canciones aparecen también, y de manera más lógica, dada la proximidad temporal, en reediciones del primer disco, Gates To Purgatory. No dejan de ser demos y no tienen apenas nada que ver con la música que aparece en Masquerade, por lo que no voy a decir nada sobre ellas.

Además, las reediciones más recientes suelen contener dos versiones parcialmente retocadas de Black Soul y Lions Of The Sea, que se incluyeron en la recopilación de 2003 llamada 20 YEARS IN HISTORY, y que tampoco tienen mucha historia.


Iron Heads



Y hasta aquí llega el disco. Un álbum que, si bien tiene muy difícil conseguir un hueco en el top cinco de discos del grupo, dada la feroz competencia, sí que destaca por su pegada y creo que es merecedor de un lugar más destacado en la discografía de Running Wild, en contraposición con el aparente olvido en el que parece haber caído y la poca suerte comercial que tuvo en su día.

Es inevitable compararlo con su predecesor, y en este sentido yo creo que es un disco que suena mejor y menos mecánico que Black Hand Inn, pero que tiene menos canciones destacadas que éste. Además, carece de una canción final (no necesariamente ha de ser la última, pero suele serlo) larga que pueda competir con cierres previos tan tremendos como Genesis, Calico Jack, Treasure Island o BATTLE OF WATERLOO, aunque esto tampoco es demasiado importante ya que otros grandes discos del grupo tampoco tienen canciones de esas características.

Al igual que en su hermano mayor, echo de menos más protagonismo del bajo, bastante presente en discos más clásicos de la banda, y ni siquiera me hace falta irme a canciones instrumentales muy enfocadas en dicho instrumento, como FINAL GATES, HIGHLAND (THE ETERNAL FIGHT) o OVER THE RAINBOW, ya que en otros álbumes tiene, en general, más cuerpo y no pasa tan desapercibido.

Tampoco ayuda la casi continua repetición en lo que a las letras se refiere, y algunos temas, aunque buenos, son algo olvidables, y eso difícilmente pasaba hasta Black Hand Inn. De hecho, hay gente que opina que es en Masquerade cuando el grupo (o Rolf) se volvió un tanto conformista y quedó algo estancado, compositivamente hablando. Son opiniones personales, pero si atendemos a lo que ha sido la carrera del grupo tras el siguiente disco, The Rivalry, es probable que haya bastante de cierto en esa afirmación.


Pero Running Wild aún tenían unas cuantas cosas que decir, aunque primero habría que cambiar de discográfica y esperar tres años para ello.




THE CONTRACT / THE CRYPTS OF HADES

MASQUERADE

WHEEL OF DOOM

SOLEIL ROYAL

UNDERWORLD





THE RIVALRY


El último disco de esta etapa con Jörg Michael, a la vez que primero con la discográfica GUN Records, se convirtió además en el más largo de la historia del grupo, superando por poco a Black Hand Inn (e incluso doblando, o casi, la duración de los tres primeros discos de la carrera de Running Wild) aunque contando con más canciones que éste (creo que también es el álbum de Running Wild con mayor número de temas). Salió al mercado el nueve de Febrero de 1998 y no hay apenas cambios con respecto al anterior en los aspectos técnicos que suelo comentar, quitando el hecho de que se volvieron a usar los estudios Vox Klangstudio (lo que creo que deja el apartado técnico idéntico, o casi, al de Black Hand Inn), falta la habitual colaboración de Ralf Nowy, y Thilo Hermann además colabora en la composición de uno de los temas.

La portada (sí, de Marschall una vez más), es bastante fea esta vez, y muestra a Adrian vestido con algún tipo de uniforme naval y flanqueado por dos banderas y dos báculos, que supongo que hacen referencia otra vez al bien y el mal. Las letras tratan bastante de eso, pero ahora hay algo más de sitio para la literatura y la piratería. Y si antes comentaba que Masquerade no presentaba ninguna canción larga de carácter épico, aquí se pueden encontrar hasta tres, que no comparten la duración de Genesis, ni mucho menos, pero sí que son bastante largas.


The Rivalry


Este álbum quizás no es tan potente como los dos anteriores, aunque mantiene bastante bien el tipo en ese aspecto, y a cambio da la sensación de ser más variado que estos, ayudado también por el gran número de canciones que contiene.

Pero vamos con ello.




MARCH OF THE FINAL BATTLE (THE END OF ALL EVIL) es la habitual introducción, esta vez instrumental del todo y más breve que las dos anteriores. Se trata de una melodía de guitarra, muy del estilo del grupo, a la que se van uniendo coros de fondo y percusión, lo que da al conjunto un aire muy épico y hasta militar.


Al igual que en la anterior canción, otra frase de guitarra aislada introduce nuevamente el tema título, THE RIVALRY, aunque aquí se une todo el grupo tras sólo una repetición de la misma. Esa melodía aparece en ciertos momentos en los que Rolf no canta y parece guiar este tema veloz, con doble bombo imparable y con un riff con cierto aire death metal que aparece en el puente anterior al estribillo. No es tan potente ni destaca tanto como las otras dos canciones titulares pero me gusta mucho, destacando, en mi opinión, en todos los apartados menos en las estrofas, que parecen algo muchas veces escuchado antes.

La letra vuelve a abordar lo del bien y el mal, como era de suponer.

Silent wings of black, shadowed all the good at heart.


KISS OF DEATH presenta un riff propiamente dicho, en contraposición al tema anterior, y en este caso estamos ante una de esas canciones que bajan la velocidad, pero con gran pegada de la batería y en este caso muy buena. Me mola cuando Rolf evita repetir el estribillo por segunda vez y en lugar de éste lo que aparece es el solo de guitarra. Quitando la introducción, esta es la canción más breve del disco, pero no necesita nada más y funciona bastante bien así. Más de lo mismo en cuanto a su letra, volviendo a aparecer aquí lo ya visto de los hombres de negro, aunque esta vez en singular. Religión nuevamente? Ni idea.

No deal can save your soul, we know your evil name.


Como su propio nombre indica, FIREBREATHER es otra muestra de speed metal que echa humo y que vuelve a acertar en lo que a su duración (más bien corta) se refiere. Sin pegas, es un temazo de principio a fin, ideal para levantar el ánimo y que además contiene un breve solo de guitarra que más bien parece otro riff, seguido de unos pocos segundos de acordes abiertos que le sientan genial al asunto. Vuelve a nombrarse al hombre de negro en lo que parece ser el tema habitual pero con tintes fantásticos. 

He rides the wing on silent wings, laserbeams ripping steel.


RETURN OF THE DRAGON es la primera canción larga del disco, aunque ni siquiera es una de las tres que comenté al principio, y empieza con una narración que apoya el resto de la letra y que habla del regreso de una estirpe de dragones que vencerán al mal y todo eso. Desde cuántos ángulos distintos se puede observar el mismo tema? Musicalmente es bastante distinta, al ser un medio tiempo de aire triunfante con continuos silencios en las partes cantadas. El doble bombo marca el paso a un ritmo muy controlado y tras tres minutos de tema empieza una larga sección instrumental (dos minutos y medio!) con tres solos de guitarra muy diferenciados, siendo el de en medio la simple repetición de una melodía muy chula. Gran canción.

The kiss of the Serpent brings darkness and torment.


RESURRECTION sigue una fórmula muy parecida a la de Kiss Of Death, pero con menos éxito. El estribillo (como algunas otras veces, con guitarras y voz siguiendo la misma línea) es bastante aburrido, y es muy probable que este tema sea el más prescindible de todo el disco. Al menos incluye una curiosa parte antes del solo de guitarra en la cual la batería, quitando un riff de guitarra que arranca y para, se queda sola por unos segundos siguiendo un ritmo muy simple, y el resultado no está mal. La letra no merece ser comentada porque es la de siempre con, más o menos, otras palabras.

They try to daze your senses, cause the evil's never true.


Vestidos para la ocasión



La canción que divide el álbum cual jueves, BALLAD OF WILLIAM KIDD, es la más larga del mismo y yo siempre la he considerado como pariente cercana, en cuanto a la música, de Return Of The Dragon, aunque mejor, más extensa y con una letra mucho más atractiva que habla de WILLIAM KIDD, el corsario escocés del siglo XVII que acabó siendo acusado de piratería y ejecutado por ello, y cuya vida ha sido ampliamente idealizada tras su muerte. Rolf presenta esta historia, dentro de la dicotomía general entre el bien y el mal, como una traición hacia el marino preparada por aquellos que verdaderamente tenían motivos para temer un final como el que le tocó a Kidd.

La canción empieza con una especie de guitarra acústica a la que se une otra eléctrica con la misma melodía, apoyadas ambas por unos coros muy solemnes, hasta que pronto empieza el riff principal y se une todo el grupo. También es de esas canciones que levantan el ánimo porque, a pesar de la temática, tiene un aire optimista y la estrofa, llevada simplemente por unos acordes abiertos tan simples como efectivos, hace mucho al respecto. Todo acelera un poco antes del estribillo, y también después de éste, en la parte que anticipa el primer solo de guitarra (me viene un poco a la mente la inigualable Treasure Island), y al igual que en Return Of The Dragon, el siguiente solo es simplemente la repetición de una frase sin ningún tipo de virtuosismo. Todo vuelve a empezar a partir del minuto seis, aunque queda un acelerón con el doble bombo de Michael al final del todo, justo antes de que el tema se vaya apagando con otra guitarra limpia, esta vez aislada. Muy buena.

The lords testified, their unholy lies, to save their own heads from the gallows.


Vuelta al speed metal sin tregua en AGENTS OF BLACK, otra de las mejores canciones del disco, que junta la velocidad de canciones como Firebreather o el tema título con un estribillo muy logrado y un solo de guitarra bastante chulo. Además es de las canciones más cortas, y ya se sabe que lo bueno si breve, dos veces bueno. Para qué quieres más? Y no sé si la letra guarda alguna relación con los hombres de negro de otros temas aunque ya qué más da? Gente mala, con el alma negro y ansias de poder, etc.

The fallen gods, infinite pride, they serve the dark, they fear the light.


Otra de las tres canciones más largas del disco es FIRE & THUNDER, que siendo un buen tema podría haber funcionado mejor. Creo que se arrastra un poco (sobre todo el innecesario final), teniendo en cuenta su ritmo, bastante lento (teniendo en cuenta los estándares del grupo), y su duración. En la primera estrofa, que es doble, se cuela una guitarra solista y como relativa novedad está bastante bien, y el puente también me mola (Darkest night, pride and hate), pero ni el riff principal ni el estribillo son demasiado destacados. A estas alturas uno se pregunta cómo Rolf se las arregló para conseguir el vocabulario necesario en un idioma que no es el suyo para así poder decir lo mismo con distintas palabras en tantas canciones. No lo consiguió del todo, eso sí, ya que uno acaba escuchando palabras como soul, evil, black, hate o war por todas partes.

The souls melt in the fire distress.


THE POISON no mejora mucho lo anterior en ningún sentido, sino más bien al revés. La letra ni la voy a comentar, y musicalmente es una canción bastante olvidable a un ritmo no tan pausado como el de la anterior pero sin correr. El solo de guitarra mola, eso sí, pero poco más.

He spites his wicked lies, the poison.


Por suerte, el pequeño bajón anterior no se alarga gracias a ADVENTURE GALLEY, otro ejemplo de canción rápida comandada por el doble bombo y que además no se alarga más de lo necesario. Está en la línea de las otras canciones veloces del disco, con las que guarda muchas similitudes, aunque se queda un poco por debajo de éstas. El puente y el solo son los detalles que más me llaman la atención y, para variar, también la letra, que retoma lo de la historia, etc, ya que el título de la canción se refiere al barco más famoso que capitaneó el ya nombrado William Kidd en sus días de perseguir piratas.

Addicted to the stormy sea, the sound of crashing waves.


MAN ON THE MOON, en cambio, vuelve a bajar el ritmo, aunque no la calidad. Vuelta al ambiente triunfal y animado de otros temas y ningún pero que poner. Todo encaja y el tema pasa volando. Además, y dentro de la temática habitual, hay una ligera variante en esta letra, ya que se habla, en general, de la carrera espacial y de todo lo que conviene esconder con respecto a lo que se descubre o no.

So, what's the point in sending out their spaceships, to look for something you should never find.


Running Wild vuelven a dejar otro tema grandioso para el final, ya que WAR & PEACE, la tercera y última de las canciones largas del disco, es una seria candidata a mejor canción del disco. Y es que lo tiene todo, empezando con el tema literario a tratar, puesto que, como era de esperar, se basa en la inmortal obra de igual nombre escrita por el novelista ruso LEO TOLSTOY. Luego está su carácter épico y grandilocuente, pero sin adornos, exageraciones o bobadas.

Empieza con la melodía principal de la canción, acompañada por las típicas voces de fondo, hasta que la batería confirma la tormenta y dicha melodía se convierte en la brújula del tema. Geniales el riff que aparece en la estrofa cuando Rolf deja de cantar, el puente (de nuevo con sus coros de fondo) y el estribillo, otra vez con unos geniales acordes abiertos. Sé que no tiene nada que ver, pero este tipo de canciones, al menos en lo que a mí respecta, son insuperables para hacer deporte. Todo se va acelerando, doble bombo incluido, en la parte intermedia previa a un acojonante solo de guitarra al que sucede otra sección inédita hasta entonces y todo vuelve al principio, ya cerca del quinto minuto de canción. Nuevo y breve acelerón al empezar el séptimo minuto y el tema termina exactamente igual que empezó. Grandioso.

They fall one by one, their blood is shed without sense.


Los Running Wild de 1998



Y ya está. No se conocen canciones extras relacionadas con este disco porque, para empezar, no se editó ningún single del mismo y, aunque hay un EP del mismo año y de igual nombre, sus cuatro canciones están también en el disco grande. En general es un álbum que queda por debajo de sus predecesores y también está un tanto olvidado, por lo que suele pasar desapercibido y acaba siendo una escucha muy agradecida, dado que no se recurre a él tanto como a otros. Y eso tal y como es, porque si al disco se le quitasen las que yo creo que son sus canciones menos destacadas (Resurrection, Fire & Thunder y The Poison, y si te pones hasta la introducción) su nota subiría bastante, ya que no podría ponerle apenas pegas. Vuelve a estar el tema ya hablado del bajo y su poca presencia, y sobre todo lo de la temática, que es excesivo, pero ya.




KISS OF DEATH

FIREBREATHER

RETURN OF THE DRAGON

BALLAD OF WILLIAM KIDD

AGENTS OF BLACK

MAN ON THE MOON

WAR & PEACE





La historia llega hasta aquí. Después de The Rivalry, Jörg Michael decide quedarse definitivamente en Stratovarius, aunque el siguiente disco del grupo, Victory, aún conserva a Hermann y Smuszynski junto a Rolf.

No soy ningún experto en lo que al resto de la carrera del grupo se refiere y es posible que haya discos de los que no haya escuchado nada aún, ya que el exceso de cosas a escuchar y el conocimiento de que los discos actuales (o casi desde entonces) del grupo no cuentan con excesiva buena prensa (algunos hasta lo contrario), hacen que mi interés en los Running Wild de este siglo no sea ni medio parecido. Pero por supuesto que hay buenas cosas y el grupo parece haber remontado un poquito con sus dos discos más recientes, RAPID FORAY (2016) y BLOOD ON BLOOD (2021) y además, sí que he llegado a escuchar bastante en su día los dos discos que siguieron a The Rivalry, Victory y THE BROTHERHOOD, de 2000 y 2002 respectivamente, y sobre todo el segundo tiene muy buenas cosas, como el tema título, PIRATE SONG o el tremendo instrumental SIBERIAN WINTER. Pero está el tema de la batería en ambos álbumes y la historia de ANGELO SASSO, un supuesto batería alemán que tocó en dichos discos y aparentemente falleció en 2007, pero del que se sospecha que en realidad fue una batería programada y se usó ese nombre para ocultar esto, algo que Kasparek ha negado, como es lógico. El caso es que ese hecho, de alguna manera, me tira un poco para atrás y ha llegado a ser hasta una especie de historia tipo SPINAL TAP que circula por el negocio. Tendré que consultar con mi amigo Jesús Maiden, al que ya nombré. Seguro que él sabe lo que hay tras esta historia.

Y poco más. Running Wild se separaron (o más bien, Rolf, como único responsable, decidió que hasta aquí) en 2009, tocando por última vez en Wacken, en Julio de ese año, lo que se documentó en el disco en directo THE FINAL JOLLY ROGER, editado en 2011. Pero a finales de ese mismo año 2011 se anunció que los piratas (o el pirata, más bien) de Hamburgo volvían a las andadas, aunque no han girado y apenas han hecho algún festival desde entonces, mayormente en su Alemania natal. Pero discos sí que han sacado, hasta cuatro desde entonces, con una mejora lenta pero firme, como ya se ha dicho.

Running Wild no necesitan demostrar nada, en cualquier caso, y desde hace mucho. Sus discos legendarios están ahí para probarlo.



Pero antes de terminar, agradecimiento, una entrada más, al libro DAMN THE MACHINE (que tan importante fue para poder escribir sobre Helloween con un mínimo de rigor, sobre todo cronológico), sobre la historia de Noise International, y a su autor, DAVID E. GEHLKE, a la hora de poder elaborar un resumen histórico de la carrera de Running Wild hasta el momento de la edición de Black Hand Inn. Muchas gracias.


Damn The Machine



Y gracias a ti, si has llegado hasta aquí, y hasta pronto!




*Como nota posterior a la publicación de esta entrada, quiero volver a agradecer a Jesús Maiden el haberme dejado coger fotos de su genial web para usarlas aquí, y también haberme confirmado algo que no sabía y de lo que me he enterado ahora al ver de casualidad una foto sospechosa. Se trata de la colaboración, previa a esta etapa, de Jörg Michael con Running Wild, ya que por lo visto el tipo se sentó tras la batería para algún show aquí y allá, a finales de los ochenta, debido a eventualidades del grupo por aquel entonces. Aquí abajo está la foto.


Aquí se puede ver a un joven
Michael junto a Moti y creo que 
Jens Becker










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